viernes, 20 de febrero de 2015

Basura: Chequeando a Chequeado


Días atrás el sitio Chequeado.com publicó una nota verificando una frase de la Legisladora Gabriela Cerruti respecto del costo de la recolección de residuos en la Ciudad de Buenos Aires. Como se puede ver en la captura, la frase chequeada decía: "Buenos Aires paga $ 280.000 por cuadra en recolección de residuos, el doble que la mayoría de las ciudades argentinas". La frase fue calificada con un "Exagerado" y en la misma publicación se dio lugar a la réplica de Cerruti, aunque sin modificar ni la calificación ni el contenido de la nota en base a su descargo.
Cabe aclarar, antes de empezar, que respeto y conozco mucho el trabajo que hacen en Chequeado.com, más allá de que no siempre esté de acuerdo con los comentarios que realizan o con las fuentes que utilizan. Ojalá otros periodistas se preocuparan por tratar de buscar fuentes de los datos que utilizan y hacer pública su procedencia como para que cualquiera pueda revisarlas. Lo que busca este post, es tratar de clarificar un poco más la discusión que se dio entre Cerruti y Chequeado, explicando algunos detalles que a mi entender faltan como para que podamos saber si es que Gabriela exageró, acertó o se quedó corta.
Dicho esto, trataré de ir resumiendo lo que va comentando la nota (igual recomiendo leerla, vuelvan luego) y explicando algunas cuestiones.

Chequeado menciona correctamente la división de la última licitación del servicio de recolección, los costos estimados inicialmente por el Gobierno de la Ciudad (lejísimos de ser los actuales, por cierto, pero no me voy a detener en eso), y toma como fuente a un asesor del ex legislador Martín Hourest (no conozco al asesor, pero respeto mucho también a Martín), que informa respecto del estado de la ejecución del presupuesto utilizando como fuente la ejecución al tercer trimestre del 2014.
Primer problema, señalado por el descargo de Cerruti: si bien hasta ese momento era la última información disponible respecto de la ejecución del 2014 (la ejecución al cuarto trimestre se publicó el 19 de febrero pasado), lo cierto es que ya por entonces contábamos con un presupuesto 2015 aprobado, que podía despejar dudas respecto de componentes tales como los adelantos financieros para comprar camiones (interesante derivación de una operación de deuda que le costó millones de dólares a la Ciudad porque sus cuentas terminaron utilizadas como seguro de cambio por el sistema financiero).
Segundo problema: Chequeado dice que "Vale la pena aclarar que la frase de Cerruti cuestionó el servicio privado de recolección de basura, por lo que en este chequeo no se incluye el costo del EMUI, que según el presupuesto 2014 recibió $188 millones para brindar el servicio en los barrios de Villa Lugano, Villa Riachuelo y parte de Villa Soldati" (las negritas son mías y difieren de las del original). En primer lugar, no termino de entender porqué se abarca solamente el costo del servicio a través de privados, como si Villa Soldati quedara en otra provincia. Sea de quien sea el error, trataremos igual de despejarlo. En segundo lugar, el EMUI (Ente de Mantenimiento Urbano Integral) no tiene nada que ver en este asunto, ya que se dedica básicamente a tareas de asfalto, arreglo de veredas, etc. El error es que el organismo que se debió citar es el Ente de Higiene Urbana (EHU), que tiene a su cargo la zona testigo de recolección a cargo de la Ciudad, aunque el dato respecto del monto del presupuesto es el correcto.
Otro error que comete Chequeado es decir respecto del Presupuesto 2015 "que aún no está publicado de manera detallada en el sitio de la Ciudad", lo cual no es cierto. La afirmación es del 10 de febrero pero la distribución de créditos completa del presupuesto está publicada en el Boletín Oficial de la Ciudad del 8 de enero de este año (Decreto 3-2015)

Un presupuesto para la Basura

El presupuesto es un instrumento de gobierno y de administración. Es la expresión contable de la política de un gobierno y así como asigna recursos, asigna responsabilidades a cargo de áreas que tienen que cumplir con el programa a su cargo. La técnica de presupuestación por programas se basa en que la misma se aplica a todo proceso de combinación de insumos que origine productos. Esto significa que se asigna presupuesto a uno o más programas para cumplir determinados objetivos.
Si el objetivo es limpiar la Ciudad de Buenos Aires, el o los programas ideados para tal fin contemplan los recursos necesarios para alcanzarlo: desde recursos humanos al dinero para contratos como los que se pagan a las distintas empresas de recolección. Por ejemplo:


Aquí el ejemplo del presupuesto de un programa (uso el mismo que Gabriela Cerruti para no marear lectores). Aquí están expresados todos los costos que tienen que ver con el servicio de recolección a través de empresas privadas: $ 4.903 millones específicamente para el contrato, 649 millones para enterrar en el CEAMSE (Construcciones) y otros costos vinculados al programa, como los salarios de quienes lo tienen que administrar. Incluso podemos ver la meta física: 19.660 cuadras a las que hay que hacerle recolección de residuos (raro porque el nuevo contrato abarca más zonas de la Ciudad, pero, antes eran más).
Ahora bien, supongamos que este programa contempla toda la limpieza de la Ciudad: el descargo de Cerruti hace la cuenta solamente respecto del contrato: $ 4.903 millones dividido por 19.660 cuadras = 249.405.
Aquí Cerruti se estaría desdiciendo de los $ 280.000 por cuadra. Si en cambio hiciéramos la cuenta en base al costo total del programa (al fin y al cabo, como decimos más arriba, serían todos los recursos asignados a limpiar la Ciudad, el costo por cuadra asciende a $ 291.372.
No obstante, tanto el pliego como la ejecución del 4to Trimestre de 2014 hablan de 22.489 cuadras, con lo que el costo por cuadra sería en este programa de $ 254.719.

El costo de limpiar la Ciudad

Lo cierto es que el "Programa 52. Servicios de Higiene Urbana", no es el único programa en el que la Ciudad asigna recursos para la recolección de la basura y su destino posterior. También existe el Ente de Higiene Urbana, como se menciona en la nota de Chequeado, que tiene a su cargo una zona testigo, pero no es el único: producto de una mayor complejidad normativa, la Ciudad ha ido creando también otros programas que tienen que ver con el reciclado de residuos:

El siguiente es el detalle de programas vinculados a la limpieza, agrupados según la Dirección, Ente o Subsecretaría a cargo:
  • Dirección General de Limpieza:
    • Programa 52. Servicios de Higiene Urbana (ya mencionado): $ 5.728.380.497
    • Programa 53. Control de Calidad del Servicio de Higiene Urbana (el gobierno de la Ciudad privatizó este servicio): $ 199.790.446.
    • Programa 57. Control de Plagas: $ 32.017.440.
  • Dirección General de Tratamiento y Nuevas Tecnologías:
    • Programa 58. Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos: $ 284.009.414
    • Programa 59. Desarrollo de Nuevas Tecnologías: $ 1.342.050
  • Dirección General de Reciclado:
    • Programa 11. Reciclado de Residuos Sólidos Urbanos: $ 651.621.527
  • Ente de Higiene Urbana
    • Programa 85. Recolección, barrido e higiene de la Ciudad de Buenos Aires: $ 257.992.396
  • Subsecretaría de Higiene Urbana:
    • Programa 56. Control de Higiene en Vía Pública e Inmuebles: $ 3.276.000
    • Programa 6. Actividades Comunes a los Programas 11-52-53-56-57-58-59 y 85 (como se puede observar, todos los programas involucrados con el servicio de Higiene Urbana que fuimos detallando): $ 5.989.910
La suma de todos estos programas vinculados al servicio de higiene urbana de la Ciudad de Buenos Aires es de $ 7.164.419.680 (8,36% del total del gasto del Gobierno de la Ciudad). Este es el costo real de la basura según el presupuesto 2015 (a enero, porque seguramente la ejecución será mayor como todos los años).
Medido en cantidad de cuadras, y tomando el número más generoso que aparece en las metas físicas respecto del contrato con privados, tendríamos que sumar 22.489 cuadras a las 2.609 a cargo del Ente de Higiene Urbana: 25.098 cuadras.
Es decir, el costo por cuadra de la limpieza de la Ciudad es de $ 285.457, apenas por encima de la cifra de Gabriela Cerruti.
Tomando la cifra del último censo (2.890.151), el costo por habitante del servicio de limpieza de la Ciudad de Buenos Aires es de $ 2478,90, aproximadamente el doble de la cifra estimada en la nota de Chequeado.com.



Caro. Tal vez no el mejor.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Un presidente para Clarín


Un chiste que escuché hace muchos años contaba de una situación que se había producido tiempo atrás en Italia: tras una serie de crímenes el Gobierno decidió dar un toque de queda, con un detalle: a quien se detuviera andando por la calle se lo ejecutaría ahí mismo, con un "tiro a la testa".
Resulta que el Papa tenía un compromiso, y no sólo no quería faltar sino que no quería llegar tarde. El problema es que nadie en el Vaticano quería salir a manejar por las calles de Roma, ante el peligro de ser detenido y ajusticiado por la autoridad. Luego de buscar un rato, encontró un chofer viejito, al borde de la jubilación, que accedió a llevar al Santo Padre a destino.
Entre la demora por la búsqueda y la lentitud del anciano chofer, el Papa empezó a notar que llegaba muy tarde. Pidió un par de veces al conductor que se apure, pero sin demasiado éxito, hasta que se cansó y decidió tomar el volante.
Andaba raudo el Papa conduciendo por las calles de Roma cuando lo detiene la Policía. El oficial, al ver quien conducía, decide no cumplir con la orden de ejecutarlo y pedir más instrucciones.
- Jefe, acá detuvimos una persona, pero es una persona importante...
- No me importa! Tiro a la testa y se acabó!
- Pero Jefe, la persona es veramente importante...
- No entiende las órdenes? Tiro a la testa!
- Es que es demasiado importante...
- A ver, digame entonces quien es!
- La verdad es que no lo se, pero mire si será importante que lleva de chofer al Papa...

Mucho hizo el kirchnerismo para recuperar en estos años el valor y el rol de la política, lo que produjo en cada ocasión el inevitable choque con quienes van en el asiento de atrás del coche del poder. Lo más interesante del proceso es que en cada ocasión, en cada pelea, el gobierno sacó a la luz pública a quienes detentan poder real en la Argentina.
Cuando se mira para atrás, es impresionante el camino recorrido, pero a la vez queda la sensación de que falta muchísimo por recorrer. Videla murió en la cárcel, pero los que iban sentados atrás haciendo negocios no sólo están libres, sino que conservan un poder tan grande como para lograr, aún con el esfuerzo que hace el gobierno por hacerlos visibles, ocultarle a buena parte de la sociedad que son los verdaderos organizadores de la "marcha de los fiscales" que se produce este 18F. Claro está, la misma corporación judicial que resiste a democratizarse y utiliza la muerte de Nisman como ariete contra el Gobierno es la que ha sido cómplice de grandes delitos económicos cometidos contra el pueblo argentino al privarnos de Justicia.

Mucha gente, aún sabiendo que lo que menos importa es el fiscal muerto, aprovecha la volada para hacer catarsis contra el Gobierno, convirtiendo esta marcha, una vez más, en una ensalada fenomenal en la que neonazis marchan con dirigentes de la comunidad judía y los que quieren pagar menos por ganancias van de la mano de quienes decidieron solitos que la corporación judicial no las pague (más de $ 3.000 millones por año que el Estado deja de recaudar). Obviamente, cuando no hay consignas claras la consigna debe ser interpretada, y por supuesto de ello se encargará el poder. Ninguno de los que vayan a la marcha tendrá ni un ínfimo porcentaje de la incidencia que tendrán las tapas de Clarín y La Nación mañana.
El poder económico tiene una factura enorme para con la sociedad argentina, y hay que ser bastante necio para creer que esa factura la van a pagar las capas más altas de la sociedad. O estar totalmente entregado a odio alimentado desde los medios de comunicación que ostentan poder real en la Argentina.
Porque convengamos que lograr que pasen seis años sin cumplir la ley de medios gracias a la corporación judicial y sus buenos oficios (oh casualidad, un juez dio una cautelar a clarín en medio de este quilombo para que no tenga que adecuarse a la ley por lo menos hasta después de que termine el mandato de Cristina Fernández de Kirchner), es ostentar obscenamente poder real.

Lo que hay en marcha es un golpe de Estado. ¿Te volviste loco, Fernando?, ¿un golpe a un Gobierno que está por irse y que ni siquiera tiene para mostrar todavía un delfín? Preguntas que me han lanzado como argumentos, argumentos repetidos por cierto y que a priori parecen razonables, pero no lo son.
Hay muy fuertes razones para intentar voltear al Gobierno, para que termine, en el peor de los casos, el 8 de diciembre en lugar del 9. Ya lo vimos con Alfonsín, quien no pudo terminar su mandato: una crisis, una buena crisis terminal, genera las condiciones necesarias para barrer de un plumazo conquistas sociales (la hiperinflación fue la excusa perfecta para barrer con empresas públicas, ramales ferroviarios, pueblos enteros, empleos y una larga serie de etcéteras). Una crisis como la del 2001 sirvió para la pesificación asimétrica y el licuado de deudas de grandes empresas, para terminar compensando a los bancos que habían hecho un desastre como si hubiesen sido las víctimas.
Envolver el final de este gobierno en una crisis facilitaría, y mucho, el cobro de las facturas que tiene el poder: ¿Cómo hacer para eliminar retenciones, reprivatizar algunas empresas, devolverle negocios a Clarín, pagarle todo lo que piden a los Fondos Buitre, volver al FMI y otras linduras sin una crisis que las "justifique"?
Otro combo de razones radica en que no importa quien gane las elecciones, que se encuentre demasiado condicionado para gobernar. Mostrarle los dientes, la capacidad de daño. Mostrarle al próximo que te pueden meter en cana a vos, a tus hijos, a tus amigos y a tus vecinos si se les da la gana, que te pueden armar una causa por lo que sea (una truchada como la de Nisman, por ejemplo), si no hacés lo que ellos quieren.
Porque lo primero es generar las condiciones para que de mínima el próximo presidente no tenga el poder político que logró acumular este gobierno. Si gana Scioli, tensar al máximo las diferencias con el kirchnerismo para lograr que rompa y tenga que entregarse a Clarín para reconstruir una mayoría parlamentaria (recordemos que el oficialismo pone en juego en la Cámara de Diputados las bancas obtenidas de la mano del 54% de CFK en 2011). Si es un candidato "más puro", que no logre ni por asomo tener mayoría en el Congreso. Si es cualquiera de los otros, que ni a palos podrían tener más que un puñadito de senadores y estarán lejos de la mayoría en Diputados, convertirlos en empleados sin más ni menos. Que la presidencia de la Nación vuelva a ser un "puesto menor".




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