El 21 de julio pasado, en una conferencia de prensa que otorgó flanqueado por los miembros del bloque PRO en la Legislatura, Mauricio Macri pidió que se le iniciara juicio político.
Dijo entonces que "lo que da mayor transparencia, y por eso es que estoy acá con mis legisladores en los cuales confío plenamente" es el procedimiento de juicio político, cuya utilidad es "que la verdad llegue lo antes posible"
De más está decir que esto es un blog y no un tratado sobre filosofía, así que intentaremos dejar de lado cualquier profundización sobre el concepto de verdad. Simulemos que todos entendemos lo mismo respecto del significado de dicha palabra. Lo que importa es profundizar algunos puntos de vista ya desarrollados en una nota anterior respecto del sentido del instituto del juicio político, y tratar de contribuir a despejar algunos puntos de confusión bastante corrientes respecto de su finalidad.
Acción legislativa
Ante el tratamiento legislativo de los expedientes vinculados a solicitudes de juicio político varias, la postura mayoritaria de la oposición (la Coalición Cívica fundó aparte su adhesión al dictamen de comisión) fue:
"este Cuerpo debe obrar con prudencia y de acuerdo con las facultades que le son propias en el marco de la división de poderes en que se sustenta nuestro sistema republicano. Es precisamente en ese marco en el que el rol de búsqueda de “la verdad” en una investigación penal corresponde al Poder Judicial en sus diversas instancias y sobre cuyo accionar este Cuerpo no puede interferir"Por su parte, el proyecto del macrismo, firmado por el Diputado Oscar Moscariello (PRO), dice en sus fundamentos todo lo contrario:
"consideramos que es aquí, en nuestra jurisdicción y en el ámbito legislativo, donde también debe realizarse una investigación profunda de los hechos referidos en la causa penal, a los fines de poder encontrar la verdad de lo sucedido."Es importante destacar que la postura unánime de la oposición señala con acierto que uno de los defectos centrales del pedido de autojuicio político contra el Jefe de Gobierno radica en que no se establece el motivo (mal desempeño o comisión de delito). Más aún, no se aportan pruebas o una relación de hechos.
La disidencia parcial presentada por la Coalición Cívica se plantea esta ausencia de causales especulando en el sentido de que "la existencia de una conducta delictiva que no cuente con sentencia firme puede encuadrar dentro del supuesto de mal desempeño", pero resalta la necesidad previa del accionar de la Comisión Investigadora. No obstante, me resulta particularmente interesante señalar lo que se considera respecto del mal desempeño: citando a María Angélica Gelli, sostienen que el mal desempeño "supone una valoración político institucional no partidaria de los actos y omisiones de los funcionarios, teniendo a la vista resultados y consecuencias de aquel obrar para las instituciones o para la confianza pública que los ciudadanos debieran tener en los funcionarios".
La Legislatura es un ámbito político institucional, pero donde están representados los partidos. Y está bien que así sea, porque los partidos son para nuestra Constitución instituciones fundamentales del sistema democrático.
El mal desempeño es una definición absolutamente subjetiva: si el Gobierno me parece bueno o no. Cuando esa definición corre por cuenta de un representante del pueblo, es una definición política con consecuencias políticas, que además tiene un origen vinculado a las posiciones políticas de cada uno. De esta forma, si mi partido es un partido de oposición al Gobierno es lógico que sus legisladores crean que el gobierno se desempeña mal. Sino serían oficialistas.
No por nada Macri dice que "confía plenamente" en sus legisladores, quienes han repetido hasta el cansancio el argumento respecto de la operación política del kirchnerismo detrás del asunto de las escuchas ilegales. ¿Quién podría creer que esos legisladores cambiarán súbitamente de opinión respecto del rol de Macri en este asunto?(1)
Es que con 19 votos en la Sala Acusadora, Macri se garantiza que sea imposible que el juicio político prospere ya que no habría forma de que se junten los 30 votos necesarios sobre los 45 integrantes de la Sala. Quedaría de todos modos flotando el interrogante respecto de un eventual 26-19 a favor de la acusación. ¿De qué lado estaría la verdad?
Comisión Investigadora
La resolución que tuvo el jueves pasado este tema fue la creación por parte de la Legislatura de una Comisión Investigadora en la que el macrismo contará con 5 integrantes sobre 17 (todos los bloques de oposición tendrán un solo representante). Ante esa composición, el macrismo puso el grito en el cielo, amenazando (por ahora parece que no pasa de ahí) con ir a la justicia y no integrarla en nombre de una proporcionalidad que, en este caso, la Constitución no exige.
¿Por qué la cuestión numérica es central? Ni más ni menos porque incide en cuestiones procedimentales que más allá del resultado final de lo que se dictamine, son muy importantes si se quiere dirigir o desviar la atención respecto de algún punto en particular.
Seguramente en la decisión que tome el macrismo respecto de integrar la Comisión Investigadora influirá la capacidad de lograr que algunos bloques sostengan criterios comunes con sus diputados en esas cuestiones procedimentales.
Seguramente en la decisión que tome el macrismo respecto de integrar la Comisión Investigadora influirá la capacidad de lograr que algunos bloques sostengan criterios comunes con sus diputados en esas cuestiones procedimentales.
La pregunta que sigue en pie es entonces dónde está la verdad en todo este asunto.
Así como desde este blog he señalado varias veces la forma en que el grupo Clarín ha sostenido los argumentos de Macri frente al escándalo (2), y en ese sentido he recordado la necesidad de ampliar las fuentes de información hacia otros medios de comunicación pertenecientes a otras empresas o al Estado y (por qué no) a algunos blogs, en este caso corresponde seguir el tema en forma análoga: afortunadamente la Legislatura ha de obtener copias de la causa judicial. Eso implica que habrá muchos otros ojos leyendo y distribuyendo información. De la lectura de todas esas fuentes de información y de los análisis que los distintos bloques parlamentarios puedan hacer (oficialismo y oposición) podremos hacernos una idea más cercana a "la verdad", porque las votaciones no definen verdades.
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(1) Aclaro que no vale recordarme que uno de ellos se había pasado al kirchnerismo en enero del 2005 al grito de "si Macri quiere ser presidente, para presidente lo tengo a Kirchner, mi presidente", para después hacer campaña -figurando incluso en la lista- por Jorge Telerman y asumir un cargo en diciembre del 2010 en el flamante gobierno (el famoso "hice campaña y hasta aporté plata para la campaña de otro pero voté por usted") de Macri-Michetti. No vale apostar a casos de campeonato mundial de transfuguismo.
(2) Sin ir más lejos, hoy mismo el editor general de Clarín, Ricardo Kirschbaum, nos dice: "la causa judicial por las escuchas ilegales, que tiene un manejo claramente más político que jurídico..."
La imagen que ilustra esta nota pertenece a una obra de arte a la entrada de una iglesia en Roma, denominada "La boca de la verdad", no es un buzón para echar sobres, ni de a uno, ni de a dos.
Así como desde este blog he señalado varias veces la forma en que el grupo Clarín ha sostenido los argumentos de Macri frente al escándalo (2), y en ese sentido he recordado la necesidad de ampliar las fuentes de información hacia otros medios de comunicación pertenecientes a otras empresas o al Estado y (por qué no) a algunos blogs, en este caso corresponde seguir el tema en forma análoga: afortunadamente la Legislatura ha de obtener copias de la causa judicial. Eso implica que habrá muchos otros ojos leyendo y distribuyendo información. De la lectura de todas esas fuentes de información y de los análisis que los distintos bloques parlamentarios puedan hacer (oficialismo y oposición) podremos hacernos una idea más cercana a "la verdad", porque las votaciones no definen verdades.
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(1) Aclaro que no vale recordarme que uno de ellos se había pasado al kirchnerismo en enero del 2005 al grito de "si Macri quiere ser presidente, para presidente lo tengo a Kirchner, mi presidente", para después hacer campaña -figurando incluso en la lista- por Jorge Telerman y asumir un cargo en diciembre del 2010 en el flamante gobierno (el famoso "hice campaña y hasta aporté plata para la campaña de otro pero voté por usted") de Macri-Michetti. No vale apostar a casos de campeonato mundial de transfuguismo.
(2) Sin ir más lejos, hoy mismo el editor general de Clarín, Ricardo Kirschbaum, nos dice: "la causa judicial por las escuchas ilegales, que tiene un manejo claramente más político que jurídico..."
La imagen que ilustra esta nota pertenece a una obra de arte a la entrada de una iglesia en Roma, denominada "La boca de la verdad", no es un buzón para echar sobres, ni de a uno, ni de a dos.