martes, 8 de junio de 2010

Prioridades de la administración Macri: Discurso y realidades

En una nota publicada apenas tuve los datos preliminares de la ejecución del presupuesto de la Ciudad en el año 2009 tracé un paralelo en la evolución del gasto en distintos rubros que permitía observar algunas de las prioridades de la gestión Macri respecto del uso de fondos públicos.
La nota, titulada "Ideología en estado puro", mostraba cómo algunos destinos de los fondos públicos habían crecido muy por encima del gasto total de la Ciudad mientras que otros lo habían hecho muy por debajo o incluso habían sido inferiores en términos nominales (ni que hablar en términos reales) a lo que se había heredado como resultado 2007.
En esta ocasión propongo otro enfoque, vinculado con el principal argumento a favor de la suba de impuestos que es la necesidad de hacer frente al pago de salarios de los empleados públicos. Decía en una nota alusiva al aumento de Ingresos Brutos:
"si observamos lo que significa en el gasto total de la Ciudad el inciso 1º (el pago de salarios de docentes, médicos y trabajadores municipales), encontramos que representaba en el año 2007 un 50,98% de las erogaciones, mientras que en el año 2009 encontramos que representó el 49,14%. Esto significa que a valores del año 2009 los trabajadores públicos de la Ciudad perdieron participación en el gasto en una cifra que ronda los $ 300 millones."
Teniendo en cuenta que a valores del Presupuesto 2010 un punto porcentual dentro del gasto equivale a una cifra cercana a los $ 200 millones, puede ser un ejercicio interesante observar la evolución de la participación de algunos gastos en el total como forma alternativa de analizar las prioridades de inversión en la administración PRO.  De hecho, teniendo en cuenta la evolución mostrada en el post anterior la conclusión es más o menos la misma. 
Se puede incluso mostrar algunos ejemplos con series pos crisis 2001-2002 que son bastante elocuentes:


La evolución del gasto educativo total muestra una caída en el año 2008. Los $ 2.761.058.341,84 del año 2007 representaron un 27,84% del total del gasto mientras que los $ 3.578.017.778,90 del 2008 significaron el 26,64 del total erogado. Hay que tener en cuenta que el aumento nominal tiene que ver con el impacto del gasto corriente por las subas acordadas con los docentes, ya que la inversión en infraestructura y equipamiento escolar cayó en términos nominales (ni que hablar en términos reales con una inflación que superó el 20% anual) respecto del año 2007 ($ 126 millones en 2008 contra $ 135 millones en 2007). También el aumento del gasto corriente tiene que ver con las transferencias a Educación Privada cuyo violento crecimiento muestra el cuadro arriba expuesto.
De hecho, si observamos los porcentajes sobre el gasto total que representa la Educación de Gestión Pública (gasto total de educación menos las transferencias a escuelas privadas), la caída del gasto es aún más pronunciada: los $ 2.348.624.360,56 que se invirtieron en 2007 representaron un 23,68% del gasto total mientras que los $ 2.965.591.583,05 pasaron a representar el 22,08 del total. La situación se agravó en el año 2009, ya que la educación de gestión pública cayó a significar sólo el 21,70% del presupuesto, en un marco en el que el gasto educativo total se mantuvo estable respecto del año anterior (26,66% cuando en 2008, como habíamos dicho fue del 26,64%). La diferencia, obviamente, fue que las transferencias a la Educación Privada se hicieron a costa de la Educación de Gestión Pública, y en particular respecto de la inversión en infraestructura, que cerró el ejercicio 2009 con una ejecución del 56,81%.

Por su parte, Vivienda ha sufrido una fuerte caída en su participación en el gasto que comenzó en el 2007 pero se acentuó a nivel de perforar el piso de participación en el gasto que se había producido con la crisis 2001-2002. La actual administración se encargó de que la inversión en Vivienda pasara a representar la mitad del porcentaje heredado (1,47% en 2009, con $ 238 millones, contra 2,91% en 2007, con $ 298 millones):


El panorama respecto del Ministerio de Salud va de la mano de lo ocurrido en la cartera educativa. En este caso, la evolución del gasto muestra los siguientes datos:

2007: $ 2.250.744.195,78 (22,69%)

2008: $ 2.886.695.853,93 (21,49%)

2009: $ 3.581.316.458,25 (22,13%)


La caída es muy pronunciada el primer año aunque hay una recuperación parcial en el segundo. En este caso, la inversión en infraestructura y equipamiento muestra un retroceso marcado que viene del año 2007:

La evolución de la inversión habla por sí sola y ya ha sido objeto (así como el gráfico precedente) de un análisis previo: $ 107.264.213,71 en 2007 (1,08% del gasto total), $ 108.076.253 en 2008 (recordemos en este caso la importancia de medir este mínimo aumento en términos reales porque significa una fuerte baja ya que como porcentaje del gasto total pasó a ser el 0,80 %) y $ 63.794.995,66 en 2009 (0,39% del gasto total).

Se pueden agregar datos respecto de otros rubros en los que habido una caída de la participación en el gasto que también ha significado una disminución en términos reales de la inversión y hasta en términos nominales, como el caso del mantenimiento de la red pluvial. Por supuesto que la nueva matriz de gasto ha tenido sus ganadores. El crecimiento exponencial de la deuda y la acumulación de vencimientos hace que crezca fuertemente en 2010 su incidencia en los pagos que realiza la Ciudad. Asimismo hemos desarrollado el fuerte crecimiento del gasto en mantenimiento de la vía pública.
Claramente las empresas de recolección de residuos han incrementado su jugosa participación en la torta:


Por último, no me quiero olvidar del rubro estrella de la administración de Mauricio Macri: la publicidad oficial ha pasado de representar el 0,53% del gasto en 2007 al 0,74% en 2009, pasando de $ 52 millones a 120 millones. Porque más importante que hacer es decir que se está Haciendo.

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