Luego de muchos años de macrismo, hay algunas cuestiones que tienen que ver con el desarrollo de las campañas que muestran líneas de continuidad bastante a la vista, pero que no por ello dejan de ser muy efectivas y difíciles de contrarrestar.
Muchas veces logro llamar la atención de algún interlocutor diciéndole que los globos me parecen una forma muy inteligente de hacer campaña. Es cierto que no sólo logro llamar la atención, sino que a veces también me insultan. Paso a explicar: el PRO es una fuerza política que, más allá de muchos aciertos que no deseo discutir ahora, tiene que trabajar duro para ocultar su costado menos amable: el que creó la UCEP, el que reprime con la Policía Metropolitana, el de un Jefe de Gobierno procesado por montar una red de espionaje, el que disminuye la participación de salud, educación y vivienda en el presupuesto, el que aumenta la mortalidad infantil, en fin, la lista es larga. Un modelo de estado privatizador, que aumenta impuestos y multiplica la deuda.
Más o menos todo eso que los principales medios le tapan bastante bien.
No obstante, en las campañas Durán Barba insiste en el reparto de globos y sonrisas. La idea, bastante efectiva en esta Ciudad, es mostrar al PRO como un partido cariñoso con los votantes.
Más allá de estos detalles, me quiero centrar en las campañas publicitarias y cómo estas apuntan no sólo a cubrir las falencias de gestión sino a satisfacer las demandas de determinado universo de votantes.
Publicidad oficial
La Ciudad tiró la casa por la ventana en materia de publicidad durante el primer semestre del año: gastó $ 655.999.272,79, un 245,21% más que en el primer semestre del 2014. Respecto del total gastado durante el 2014 ($ 720.043.800,85), es apenas un 8,9% menos.
El gasto en publicidad creció entre 2007 y 2014 un 1285,71%, muy por encima de cualquier registro de aumento de gastos o ingresos. Porcentualmente, pasó de un 0,57% del gasto total en 2007 a un 1,05% en 2014. Cabe destacar que en el primer semestre de este año electoral, lo destinado a publicidad oficial alcanzó el 1,81% del total de gastos:
No cuento con datos del gasto en publicidad discriminados por campaña, pero todos hemos visto la gráfica, escuchado el aviso en radio y el spot de TV, en el que por cierto no se han privado de poner la voz, la cara y la buena onda de Mauricio Macri. Seguramente se han gastado varios millones de pesos en esta campaña:
El aviso apunta a mostrar a Macri preocupado por un problema que afecta no sólo a los porteños sino a millones de argentinos, mostrando un costado social que está lejísimos de lo que ha sido su gestión en materia de vivienda al frente del Gobierno de la Ciudad: el IVC dejó de solicitar permisos de construcción ya en 2010 y la participación de la inversión en vivienda cayó del 2,92% del presupuesto en 2007 al 1,71% en 2014.
Alquilar en la Ciudad:
La Ciudad viene sufriendo un
proceso de concentración de la propiedad que se ha pronunciado durante el gobierno de Macri. Casi uno de cada tres porteños alquila la vivienda en que vive, con los problemas que ello trae aparejado a la hora de renovar un alquiler o cambiar de hogar:
El Gobierno de la Ciudad ha sido un testigo inerte ante esta situación: si hay un mercado en el que la intervención del Gobierno de la Ciudad es prácticamente nula (por lo menos en lo que hace a ponerse del lado del eslabón más débil, que son quienes padecen algún tipo de déficit habitacional, porque a la hora de promover algunos negocios son bastante activos) es el mercado inmobiliario.
La propuesta de prestar dinero para el depósito inicial y ayudar a obtener garantías, mientras el Estado porteño no hace nada para promover el aumento del stock de viviendas o alentar el alquiler de viviendas ociosas, solamente sirve para encarecer los precios de los alquileres, si es que el programa tuviera éxito..., porque en definitiva la propuesta macrista no ha tenido en cuenta la potencial resistencia de locadores y agentes inmobiliarios a la solución ofrecida.
Claro está, en la formulación de políticas públicas es fundamental prever las posibilidades de implementación. En este caso, dicho análisis no se hizo adecuadamente o se ignoró adrede el resultado. Al fin y al cabo, el objetivo era publicitario.
Candidato
Horas después de publicado este post, vi un tweet de @romerodiario que posteaba esta imagen de TN, de marzo de este año:
La nota es bastante explícita:
"Mauricio Macri le pone proa al lanzamiento de su campaña a presidente con el plan "Alquilar se puede" que busca resolver un problema que tienen muchos estudiantes y familias que vienen a vivir a Buenos Aires: la falta de un garante para alquilar. El Banco Ciudad ocupará ese lugar y a su vez otorgará préstamos para los gastos iniciales. El candidato busca así mostrarse como una solución a un problema cotidiano de la gente."
La negrita es de TN!
Sigue luego:
"La conmoción que generó la muerte del fiscal Alberto Nisman pospuso varios lanzamientos políticos. Entre ellos, el plan Alquilar se puede del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que ahora será utilizado por Mauricio Macri como un trampolín para sus ambiciones presidenciales."
Esta negrita sí es mía. Más explícito, imposible.