jueves, 16 de diciembre de 2010

Entrevista en "Conectados en la radio" II: Vivienda



Ayer por la noche tuve nuevamente la oportunidad de dialogar con Gerardo Fernández, conductor del programa "Conectados en la Radio" que se emite por Radio Cooperativa (AM 770, también por internet), de lunes a jueves de 22:30 hs. a 24:00 hs. El tema fue la subejecución del presupuesto en materia de Vivienda durante la gestión de Mauricio Macri.
En el blog de Gerardo, "Tirando al Medio" se puede encontrar un post sobre la nota, que incluye el audio de la misma (audio que además encabeza este artículo).

Derechos básicos: Vivienda

Entre tanta discusión cruzada a partir de la toma del parque indoamericano y tanta apelación vergonzosa a la xenofobia y el racismo por parte de quienes tienen a su cargo nada menos que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, me parece importante hacer eje en el necesario debate acerca de cuál es el piso de derechos que el Estado debe garantizar. Así como todos somos constestes en que entre esos derechos sin duda se cuentan la educación y la salud, cabe preguntarse porqué se reacciona en forma tan violenta cuando de lo que se trata es de garantizar que todos podamos tener un espacio donde vivir y no terminemos tirados en la calle.
Nada tiene eso que ver con que existan situaciones de injusticia ni con justificar la toma compulsiva de terrenos públicos o privados. Tampoco con dejar de lado que la vivienda es un problema para amplias franjas de la población, no sólo los pobres, ya que la acción del Estado no se hace sentir al momento de generar alternativas de crédito para la población ni incentivos para la construcción de viviendas a precios razonables. Lamentablemente, en este tema la política está en manos de un mercado que prefiere construir inmensas moles vacías en Puerto Madero o agotar la infraestructura de barrios densamente poblados en los que el valor del metro cuadrado construido es el más alto.
En medio del fárrago de normas que se blanden de todos lados, una de las leyes que hay que cumplir es el presupuesto. Podemos discutir si los montos asignados en la misma son correctos o no, si corresponde gastar o invertir el dinero en uno u otro asunto, lo que no podemos hacer es no invertir los fondos que se asignan en dicha ley, mucho menos cuando se trata de dinero que se debe destinar a garantizar derechos básicos. Porque cuando existen conflictos como el de Soldati, una de las cuestiones que salta inmediatamente es la puja por acceder a los programas estatales en materia de vivienda, que se tornan aún más insuficientes si no se ejecuta el presupuesto.

Los números

Pasando al detalle de las cifras sobre las que hablamos con Gerardo, lo primero que hay que mencionar es que los números correspondientes a la ejecución del presupuesto de Vivienda durante la gestión de Mauricio Macri muestran que ni siquiera tomando la evolución de la inversión en términos nominales se puede utilizar el típico argumento de la comunicación PRO en el sentido de que durante el periodo de gestión del ingeniero se invirtió más que durante los gobiernos de Ibarra y Telerman. Es así que mientras los gastos totales de la Ciudad (según las correspondientes cuentas de inversión suministradas por el Ministerio de Hacienda) crecieron entre el 2007 y el 2009 un 63,10 %, el Instituto de la Vivienda de la Ciudad gastó un 17,42 % menos en 2009 que en el ejercicio en el que el actual Jefe de Gobierno ganó las elecciones:


Volviendo a insistir en el hecho de que se trata de inversión en términos nominales y no reales (el gasto total de la Ciudad fue en 2005 de $ 6.000 millones y rondará este año los $ 20.000 millones), la suma de lo invertido en el último trienio (con un trimestre pendiente de ejecución) es sensiblemente inferior a lo que la Ciudad invirtió en el trienio anterior (parte durante el Gobierno de Ibarra y parte durante el de Telerman): $ 638 millones contra $ 828 millones.
Por supuesto que no se trata de que la Legislatura se haya vuelto loca y votado presupuestos cada vez más bajos. Lo que descendió, y lo sigue haciendo, es el porcentaje de ejecución del presupuesto (el correspondiente al 2010 es el acumulado al tercer trimestre):



No es casualidad, entonces, que la participación de la Inversión en Vivienda sobre el total de gastos de la Ciudad, se haya derrumbado:


En este contexto, podemos observar que de los $ 77 millones que ejecutó el IVC este año, casi $ 38,5 son gastos en personal, por lo que el comportamiento de la ejecución en los distintos programas es el siguiente (clic en imagen para agrandar*):

Fuente: Ejecución Presupuestaria, Tercer Trimestre 2010, Ministerio de Hacienda.

Uno de los argumentos utilizados en su defensa por el Jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, en su visita a la Legislatura en el día de ayer, fue que había otras áreas que complementan la inversión en vivienda. La UGIS (Unidad De Gestión Intervención Social) lleva una ejecución aceptable de su presupuesto ($ 27 millones sobre $ 43 millones), pero en el rubro "construcciones" la ejecución es de $ 1.628.046,96 sobre $ 4.840.000. La Corporación del Sur lleva ejecutados $ 33 millones (no contamos con el desagregado, aunque no todo se utiliza para vivienda) y el programa de mejoramiento de villas del Ministerio de Espacio Público lleva ejecutados $ 1.696.967,95 sobre $ 5.000.000 (todo en subsidios, además), cifras que en modo alguno modifican el panorama de subejecución en la materia.
Poco puede hacer la Legislatura frente a este panorama. Sobre el cierre de 2009, y con la ejecución del tercer trimestre en la mano, que hasta ese momento el 85% de los cambios que la Legislatura había efectuado en el presupuesto 2009 enviado oportunamente por el Poder ejecutivo habían sufrido recortes (recortes que hemos mostrado claramente hacia dónde van en este post) o no habían sido ejecutados. Algunos ejemplos del resultado final de programas cuyo presupuesto fue incrementado por el Poder Legislativo (clic para agrandar):

Fuente: Cuenta de Inversión 2009, Ministerio de Hacienda.



* Nota: Como se puede notar, el crédito vigente es aproximadamente $ 6 millones superior al crédito de sanción. La razón es el aumento salarial que, como el resto del personal de la Ciudad, recibió el personal del IVC.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Redondeando el presupuesto de infraestructura escolar

(Clic en la imagen para agrandar)

Días atrás dábamos cuenta de la publicación en el Boletín Oficial de una Resolución del Ministerio de Hacienda que, en medio de una serie de modificaciones presupuestarias realizadas al amparo de facultades otorgadas al Jefe de Gobierno para modificar el presupuesto, recortaba recursos destinados a seguridad y comedores escolares (en cada caso por $ 5 millones) para ampliar en $ 10 millones el presupuesto para publicidad y propaganda del gobierno de Mauricio Macri.
La noticia, hasta entonces solamente levantada por el diario La Nación en una forma bastante particular, daba cuenta asimismo de las excusas del Ejecutivo de la Ciudad: "se trata de un redondeo de fin de año", "una cifra ínfima en el presupuesto porteño".
La Resolución había sido publicada el 25 de noviembre del 2010. Pocos días antes, salió una modificación presupuestaria mucho más grosera, utilizando la misma forma de esconder en el texto de la norma lo que luego aparece en el anexo: "la atención de otros gastos imprescindibles para el normal desarrollo de las actividades del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires". En este caso, se trata de la Resolución 2.846/MHGC/10 y fue publicada en el Boletín Oficial del día 18 de noviembre del año en curso.
En la página 12 del anexo se pueden encontrar los cuadros que ilustran este post. En ellos se amplía el presupuesto para alumbrado público en $ 12 millones, el presupuesto para arreglar veredas en otros $ 12 millones, la partida para arreglar plazas en $ 4 millones y se destinan $ 13 millones a las tareas de bacheo que realiza el Ente de Mantenimiento Urbano Integral (en el primer cuadro se pasa el dinero al Ministerio de Ambiente y Espacio Público y en el segundo se asigna ese mismo dinero al Ente).
El total de las ampliaciones es de $ 41 millones. Lo que no encuentro palabras para describir es de dónde salen esos recursos:

(Clic en la imagen para agrandar)
En efecto, el dinero destinado a todas las obras de embellecimiento urbano que se describen más arriba sale del presupuesto de Infraestructura Escolar.
Prioridades de la administración PRO. 

PD: Recomiendo leer el artículo que sobre este tema salió en Página 12.

martes, 30 de noviembre de 2010

Que en paz descanse el periodismo

(clic en la imagen para agrandar)

La política tiene sus complejidades, y más aún cuando se trata de representar a ciudadanos en distritos densamente poblados como la Ciudad de Buenos Aires. Por muchos esfuerzos que se hagan, y aún sin dejar de lado la militancia, el diálogo con ciudadanos y organizaciones, es virtualmente imposible comunicarse con los dos millones de votantes que tiene la Ciudad sin hacerlo a través de los medios de comunicación masiva.
Lograr captar la atención de la prensa depende muchas veces de una agenda que los dirigentes políticos no manejan, y de intereses que, en un mercado sumamente concentrado como el argentino, chocan con lo que uno cree que debería ser noticia.
El viernes pasado salió en el boletín oficial una resolución del Ministerio de Hacienda de la Ciudad sobre la que dimos cuenta en este post. Desde nuestra oficina, se hizo el esfuerzo de enviar comunicados de prensa a los medios (a muchos medios) e incluso hubo comunicaciones con algunos periodistas para interesarlos en el tema. Yo mismo participé de algunas.
Puede ser que por un error de apreciación de nuestra parte respecto de la importancia del hecho, o por fallas en nuestro acercamiento a la prensa, el tema no tuvo casi ningún impacto en los medios, a excepción del artículo que ilustra esta nota (link a la nota de la edición web). Me resulta extraño, dado que el día que publiqué la nota en mi blog la misma tuvo 316 visitas (record para mi blog y cifra muy superior al promedio de visitas diarias) y la cantidad de retweets de mi publicación en twitter (gente que lo va repitiendo) fue también la más alta que he alcanzado.
Más extraño aún me resulta que habiendo una publicación en el Boletín Oficial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que muestra cómo el Gobierno de Mauricio Macri recorta partidas destinadas a seguridad y a comedores escolares para ampliar el presupuesto destinado a publicidad oficial (presupuesto ya sobreejecutado al cierre del tercer trimestre), el hecho no llame la atención de ningún medio, salvo La Nación.
Ahora bien, francamente no sé si me produce más desilusión el hecho de que la información no salga en ningún lado o la forma de publicarlo que encontró el diario fundado por Mitre: página 18 del diario (además del lado izquierdo, algo que también incide negativamente en la atención que le puede prestar el lector),  en medio de los avisos fúnebres y mezclado con un tema que no tiene absolutamente nada que ver  (que además da el título al artículo). 
Me parece demasiado.
Tal vez sea porque las explicaciones del Poder Ejecutivo son poco menos que insólitas: "se trata de un redondeo de fin de año", "una cifra ínfima en el presupuesto porteño" (hace menos de dos meses la Legislatura trató una ampliación del presupuesto que entre otras cosas asignaba más recursos a comedores escolares, tal vez para disimular un poco que el grueso de la ampliación iba a parar a los contratistas del servicio de recolección de residuos.)
Tal vez, en el fondo, poner este asunto en medio de los avisos fúnebres sea señal de algo.

PD: Agradezco a Federico Armada por la colaboración en este artículo.

jueves, 25 de noviembre de 2010

De la comida en las escuelas a la propaganda oficial

La imagen (clic sobre ella para grandar) que encabeza este post pertenece al anexo del boletín Oficial del 25 de noviembre de 2010. En la misma podemos observar una modificación presupuestaria (realizada por el Ministerio de Hacienda de la Ciudad a través de la Resolución Nº 2.862/MHGC/10) en la que se aumenta el presupuesto de la Secretaría de Comunicación Social en $ 10 millones.
Mostrábamos ya en octubre (en este post) que a la par de una subejecución brutal en infraestructura escolar, el gasto en publicidad por parte de la administración encabezada por Mauricio Macri ya había totalizado al cierre del tercer trimestre el equivalente al 117,19% del presupuesto aprobado por la Legislatura. Tamaña ejecución sólo es posible utilizando facultades para reasignar partidas e incrementar los fondos disponibles.
Esta Resolución es un ejemplo de ello.
En la misma página 55 de la separata se puede encontrar de dónde salen esos $ 10 millones. Los primeros $ 5 millones son recortados a la que se supone (al menos la comunicación PRO así lo sostiene) como la principal prioridad de los habitantes de Buenos Aires: Seguridad:

Al final de la misma hoja, están los restantes $ 5 millones:

El recorte, en este caso, es nada más ni nada menos que la partida de Asistencia Alimentaria a través de Cooperadoras Escolares.


sábado, 20 de noviembre de 2010

Entrevista en "Conectados en la radio"

El jueves pasado tuve la oportunidad de charlar con Gerardo Fernández, conductor del programa "Conectados en la Radio" que se emite por Radio Cooperativa (AM 770, también por internet), de lunes a jueves de 22:30 hs. a 24:00 hs. El tema fue la subejecución del presupuesto en las áreas de salud y educación durante la gestión de Mauricio Macri.
En el blog de Gerardo, "Tirando al Medio" (uno de los que hace un tiempo aparecen en la lista de recomendados que se puede ver al costado de esta página), se puede encontrar un post sobre la nota, que incluye el audio de la misma, audio que me permito compartir también acá:


Aprovecho para agradecer una vez más a Gerardo por la nota y recomendar el programa. Vale la pena escucharlo.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Ganadores y perdedores del Presupuesto III: Salud

La participación del Ministerio de Salud sobre el total del gasto viene cayendo abruptamente en la Ciudad de Buenos Aires. El gráfico que encabeza este post es muy claro al respecto. Desde el año 2006, en que llegó a representar el 23,65% de las erogaciones totales del Estado porteño cae cuatro puntos porcentuales (tres de ellos a lo largo de la gestión de Mauricio Macri). Para el 2011, el proyecto de presupuesto enviado a la Legislatura otorga una porción de la torta al Ministerio del 19,6% del total.
Cabe mencionar que mientras el promedio de crecimiento del presupuesto 2011 respecto del presupuesto 2011 ronda el 20%, la asignación al Ministerio de Salud, respecto del presupuesto vigente al 30 de septiembre de 2010 para este año, apenas crece un 17%, de $ 4.131 millones a $ 4.982 millones. No ha tenido, por cierto, la fortuna de otras áreas:
  • Justicia y Seguridad, de $ 865 millones a $ 1.305 millones, + 34%.
  • Desarrollo Urbano, de $ 1.013 millones a $ 1.859 millones, + 45%.
  • Ambiente y Espacio Público, de $ 2.210 millones a $ 2.850 millones, + 33%.
Si tenemos en cuenta que a números del presupuesto 2011 un punto porcentual equivale a $ 250 millones, la caída desde el 2006 implica que el presupuesto de Salud estará el año que viene $ 1.000 millones por debajo de lo que podría estar manteniendo la asignación del 2006.

Ejecución Presupuestaria

De la mano de la caída de la participación del Ministerio de Salud en el gasto total de la Ciudad cae también la ejecución del presupuesto de bienes de uso (básicamente infraestructura y equipamiento). El gráfico siguiente muestra la evolución de la ejecución desde el 2004, tomando como base el presupuesto sancionado:

Si bien tenemos que hacer la salvedad de que a la ejecución presupuestaria correspondiente al 2010 le resta aún un trimestre, también la ejecución presupuestaria es en este caso muy baja. No obstante, los funcionarios de Gobierno PRO insisten con dar cifras de altos niveles de ejecución. Tal vez podamos entender cómo se explica tomando algunos documentos de la Cuenta de Inversión 2008, en la que como vemos la ejecución presupuestaria en Bienes de Uso fue del 51,03%:

Esta captura de pantalla pertenece a uno de los documentos incluidos en la Cuenta de Inversión 2008. Como se puede observar, la ejecución en Bienes de Uso alcanzó los $ 131.709.427, lo que se presenta como una ejecución del 96,55%, pero, atención a este dato, sobre presupuesto "vigente". ¿Cuál es la trampita? En efecto, si se utilizan las facultades que el Jefe de Gobierno tiene para mover partidas para recortar un presupuesto, y luego se toma ese presupuesto ya recortado para medir la ejecución, es lógico que la cifra de ejecución sea alta, pero el presupuesto era otro.
No cuento con un cuadro similar que contenga el presupuesto sancionado, pero lo más cercano que puedo mostrar es lo siguiente, tomado del decreto de distribución de créditos para el 2008 (elaborado en base al presupuesto aprobado por la Legislatura):


Aquí podemos observar que sólo la Dirección General de Recursos Físicos en Salud contaba con un presupuesto para infraestructura y equipamiento de $ 244.541.550. No se trata, es cierto, de un presupuesto asignado solamente a Bienes de Uso (hay un gasto administrativo incluido), así como tampoco es toda la inversión en Bienes de Uso asignada al Ministerio (aunque sí concentraba en ese momento el grueso de la misma), pero me pareció importante mostrarlo para que podamos notar la enorme diferencia con el presupuesto "vigente" arriba expuesto.
El presupuesto sancionado para Bienes de Uso en Salud fue en 2008 de $ 258.123.549. Dicho presupuesto fue variando en las ejecuciones presupuestarias trimestrales durante ese año, incluso hacia arriba, de acuerdo al siguiente detalle:
  • Vigente al cierre del Primer Trimestre: $ 259.321.891.
  • Vigente al cierre del Segundo Trimestre: $ 254.902.948.
  • Vigente al cierre del Tercer Trimestre: $ 276.691.832.
 No obstante, y según la cuenta de Inversión, la ejecución del presupuesto al cierre del 2008 fue finalmente de $ 131.709.427, como se informa más arriba. Por eso, en función del presupuesto sancionado, la ejecución fue sólo del 51,03% y no del 96,55%. Ese mismo año, el programa de "Mantenimiento de la Vía Pública", terminó ejecutando $ 498.012.645, cuando el presupuesto sancionado por la Legislatura había sido de $ 203.375.091.
Prioridades de una gestión.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Distraídos por el ABL. Presupuesto 2011.


La presentación del que será el último presupuesto del mandato que Mauricio Macri inició el 10 de diciembre de 2007, es en muchos sentidos la consolidación de un modelo de administración que se inició con el Gobierno de Telerman en 2006 y que se refleja en el cuadro que encabeza este post. Una forma de gestionar recursos cuya característica central es que el gasto ha dejado de ir contra el ciclo económico (es decir, déficit en recesión y superavit en tiempos de crecimiento económico) para marcar una senda de resultados negativos más allá de los vaivenes de la economía.
De esta manera, a partir del 2006 la Ciudad dejó de lado una política de desendeudamiento. Los dos primeros años, financiando el déficit a partir de la liquidación del fondo anticíclico que tras la crisis 2001-2002 había acumulado la administración de Ibarra, y a partir del Gobierno del PRO a través de una política de fuerte crecimiento de la deuda, que ya hemos descripto en alguna nota anterior.
El cuadro refleja presupuestos ya cerrados y dos estimaciones sobre las que conviene hacer algunas consideraciones. La correspondiente al 2010 implica reconocer como buenos datos que no coinciden con los números vigentes al 30 de septiembre de este año, en los que el déficit podría ser aún mayor, pero a su vez implica una ejecución total del gasto de capital, que al cierre del tercer trimestre apenas roza el 39%. Confieso que, en este sentido, resulta difícil ofrecer una estimación adecuada del resultado del 2010. 
La estimación correspondiente al 2011 tiene obviamente que ver con la formulación del proyecto de presupuesto, por lo que no se trata de un número concreto aún.
Es todavía materia de debate si se tiene que administrar de una forma u otra, pero lo cierto es que una de las claves del éxito del modelo económico implementado desde 2003 a nivel nacional ha sido la política de "superávits gemelos" (superávit primario y de cuenta corriente) que permitió, con una economía de fundamentos sólidos, enfrentar la crisis internacional que se desató a fines del 2008 y sostener la producción y el empleo a partir de una fuerte inversión pública, basada en un déficit utilizado precisamente cuando la coyuntura lo hacía necesario,  logrando así un rápido retorno a altas tasas de crecimiento económico.
Nada de eso es lo que viene ocurriendo en la Ciudad. Ahora bien, se podría argumentar que la Ciudad se endeuda para aumentar la inversión pública en infraestructura. Dos cosas se pueden decir al respecto: en primer lugar es necesario hacer hincapié en que esa inversión debe ser sostenible en el tiempo. Acumular deuda puede llevar a una situación en la que se ponga en riesgo las posibilidades de invertir en el futuro (nadie podría imaginar un futuro en el que no haga falta inversión en infraestructura escolar, de transporte, hospitales, etc.) o las chances de enfrentar con éxito una situación desfavorable. Esta manera de utilizar los recursos públicos ya ha provocado varias veces en nuestro país la asfixia del Estado y la necesidad de enfrentar contextos recesivos con ajustes que lo único que pueden producir es un agravamiento de la caída de la economía y, en definitiva, un mayor sufrimiento a los sectores más postergados de la sociedad.
En este sentido, acumular fondos para no sortear situaciones como la del 2002 es siempre una decisión complicada cuando se tiene en cuenta las enormes necesidades de inversión que tiene la Ciudad, pero mantener un modelo de ingresos que no pueda dar cuenta de otros horizontes es el problema sobre el que deberíamos actuar, si la única alternativa que tenemos para ampliar el alcance y la calidad de los bienes públicos termina siendo ingresar en una espiral de endeudamiento abultado y caro.
En segundo término, es importante analizar cuál sido el impacto de esta política de déficit en la inversión pública. Para ello puede ser interesante observar el siguiente gráfico:


Al igual que en el caso del gráfico anterior, es necesario hacer hincapié en que las cifras correspondientes a los años 2010 y 2011 son presupuestos y el resto de los años es ejecución presupuestaria ya cerrada. Lo que me parece muy importante marcar es que tras la crisis que hizo pico en los años 2001-2002 (la recesión había comenzado en 1998) hubo un crecimiento marcado de la participación de la inversión pública que alcanzó, con un importante superávit primario y financiero, un 15,32% del gasto en 2005. A partir de entonces, sólo dos veces se alcanzó un nivel de inversión superior: en 2006, sustentado en la liquidación del grueso del fondo anticíclico de la Ciudad, y en 2008 por la combinación de un fuerte aumento de los impuestos que gravan los inmuebles (en promedio un 100%, pero en algunos casos hasta el 300%) y el aumento del stock de deuda de la mano de la política de endeudamiento encarada por el actual Jefe de Gobierno.
Cabe mencionar, de todas maneras, que dicha combinación no sólo financió el aumento de la inversión real directa sino también una fuerte expansión del gasto corriente: mientras la inversión real directa aumentó en $ 1.081 millones del 2007 al 2008, la suma del aumento del ABL (que significó una recaudación adicional de $ 632 millones) y del crecimiento del stock de deuda (en $ 965 millones) supera largamente esa cifra: en total se aumentó los recursos en $ 1.587 millones sólo por estos dos factores. A ello habría que sumarle el impacto del fuerte crecimiento de la economía y otros aumentos en tasas y derechos que cobra la Ciudad por distintos servicios.
Ahora bien, a pesar de que el stock de deuda podría llegar a duplicar al cierre de 2010 el heredado por la actual gestión, no se ha vuelto a alcanzar los niveles de inversión pública sobre el total del gasto que la Ciudad tenía en 2005. Más aún, no se los podría alcanzar en 2010 ni aún llegando a ejecutar el 100% de la inversión en infraestructura, que en las áreas sociales, como educación, continúa en niveles bajísimos como expuse en un post reciente.

Distraídos por el ABL

Con este panorama resulta casi anecdótica la intención de aumentar el ABL en un 30%. Más aún si tenemos en cuenta su significado respecto de la recaudación total (apenas el 1,5%), lo que invita a pensar que más que una necesidad recaudatoria lo que se necesita es generar alguna materia de debate. ¿Por qué discutimos un aumento de impuestos que recaudará $ 300 millones de pesos en lugar de discutir la solicitud para colocar deuda por diez veces esa cifra?
En una nota reciente habíamos comentado acerca del perfil de vencimientos que debería encarar la Ciudad en adelante. Exponía entonces el siguiente gráfico:
Decía entonces:
"El gráfico muestra claramente dos años con fuertes vencimientos, justamente dos años de renovación de mandatos. En el caso del 2011, producto de una política de endeudamiento que ya hemos detallado en un post anterior y que consiguió aprobaciones legislativas a cambio de que buena parte de los vencimientos no fueran más allá del mencionado año. El resto de la secuencia muestra un vencimiento de capital muy fuerte en 2015 (los u$s 475 millones de la colocación de este año) y el impacto de los vencimientos de intereses de ese bono (u$s 30 millones en 2010 y 2015 y u$s 60 millones los años 2011, 2012, 2013 y 2014).
Vale mencionar que a la Ciudad de Buenos Aires le espera un vencimiento en 2015 que a números de hoy (los montos están convertidos a pesos pero el bono es en dólares) es superior al 10% del presupuesto, un número que supera la recaudación anual por ABL o por coparticipación, por ejemplo."
La acumulación de vencimientos mencionada para los años 2011 y 2015 implica dos situaciones particulares: la primera de ellas es que el macrismo pretende no hacerse cargo de ninguna de las deudas que generó: todos los vencimientos de capital e intereses correspondientes al 2011 serían cubiertos con nuevas colocaciones (quedando un remanente para ampliar el gasto además) y pasarían a ejercicios futuros. El impacto de una nueva colocación, en torno a los u$s 500 millones, a un plazo mínimo de 7 años, generaría una acumulación mayor de vencimientos en 2015 (por lo menos u$s 50 millones más por encima de los u$s 505 que ya tiene comprometidos para entonces la Ciudad) y tendría como resultado otra gruesa carga de amortizaciones en algún ejercicio posterior, si el esquema de colocación previsto es similar al que se eligió para la serie 8 del bono tango.
Lo más complicado es que las gravosas condiciones de colocación que la Ciudad aceptó en esta oportunidad parecen tener el mismo patrón de conducta que la colocación del FOISO: pedir deuda para después ver cómo y en qué utilizarla: de los u$s 475 millones colocados este año u$s 300 millones tenían como destino la ampliación de la red de subtes. A pesar del discurso sostenido a lo largo del tiempo por el Jefe de Gobierno, que afirmó reiteradas veces que no podía avanzar en las obras del subte por culpa del Gobierno Nacional, resultó que cuando se obtuvieron los fondos no estaban listos los proyectos ejecutivos para iniciar los procesos de licitación. Resultado: la plata en un banco rindiendo una tasa en pesos equivalente a la mitad de lo que se paga en dólares por los bonos.
Es así que se tomó la decisión de transferir a la empresa AUSA parte de ese dinero para hacer pasos bajo nivel (obras que en muchos casos tienen cuestionamientos judiciales efectuados por vecinos que seguramente inteferirán en la realización de las mismas), pero no voy a profundizar el tema ahora. Lo importante es observar que la Ciudad tiene un presupuesto vigente para construir subtes de $ 200 millones de pesos (según ejecución del tercer trimestre del 2010), de los cuales por lo menos $ 130 millones se financian con los recursos de asignación específica estipulados por la ley 23.514 (se cobran con el ABL y las patentes). Es decir, la Ciudad invierte por encima de esos fondos $ 70 millones, unos u$s 17,5 millones de dólares.
O sea, menos que lo que corresponde pagar en intereses por el bono que se colocó para hacer subtes. Este mismo año, la ciudad deberá pagar u$s 19 millones de dólares por la parte proporcional que corresponde al subte de la colocación de u$s 475 millones (u$s 300 millones).
Aunque suene increíble lo reitero: la Ciudad pagará este año, si se ejecuta la totalidad del presupuesto vigente para el subte al 30 de septiembre, una cifra de u$s 19 millones de dólares para usar u$s 17,5 millones.
Si este mismo ejercicio lo hacemos respecto de los fondos destinados al subte para el 2011 ($ 833 millones), encontramos que 170 millones corresponden a los fondos de la ley 23.514, $ 120 millones se podrían cubrir con lo que se va a destinar a pagar intereses por el préstamo el año que viene y además se planea pedir un crédito por $ 215 millones a la Corporación Andina de Fomento. El resultado es que las necesidades de financiamiento para el año entrante, sobre la base de una ejecución total del presupuesto (algo que esta administración logra de sobra en áreas como publicidad oficial pero no en el subte), alcanzan los $ 330 millones, unos u$s 82 millones.
Es decir, del préstamo por u$s 300 millones de dólares, que viene con una tasa del 12,5% anual y la Ciudad tendrá que pagar en su totalidad en 2015 (a la sazón un año electoral, lo que hace más complicada la negociación con cualquier acreedor potencial), la Ciudad estaría necesitando en los dos primeros años aproximadamente la tercera parte.

Reparto de recursos

En lo que hace a la asignación de prioridades, no hay mucho para decir ya que la regla es esperar y ver la ejecución. De nada sirve que se ponga más plata en infraestructura social si después se termina derivando hacia otras áreas (los famosos superpoderes sobre los que habría que debatir en profundidad).

La idea parece ser poder cubrir los eventuales aumentos de salario con un mix de recaudación “no estimada” y subejecución. El problema es cuando vemos qué áreas han sufrido mayores subejecuciones (salud, educación, vivienda y desarrollo social) y qué áreas han sobrejecutado el presupuesto (mantenimiento de la vía pública, recolección de residuos, publicidad oficial). De esa forma ha utilizado Mauricio Macri las autorizaciones legislativas para modificar partidas (incluso las ha usado para eliminar modificaciones concretas a partidas presupuestarias realizadas por la Legislatura en la aprobación de cada presupuesto), por lo que el resultado que tendría aprobar este presupuesto podría implicar una profundización del modelo de destrucción de lo público encarado desde 2007 en adelante.
En todo caso, lo llamativo es que se puede observar un nuevo retroceso en la participación de áreas sociales en el proyecto de presupuesto. Mientras el promedio de aumento ronda el 20%, este es el detalle de lo que aumenta el presupuesto de algunos ministerios, tomando como parámetro de comparación el presupuesto vigente en cada área al cierre del tercer trimestre del 2010:

  • Jefatura de Gobierno, de $ 713 millones a $ 1.179 millones + 40%
  • Justicia y Seguridad, de $ 865 millones a $ 1.305 millones, + 34%.
  • Desarrollo Urbano, de $ 1.013 millones a $ 1.859 millones, + 45%.
  • Ambiente y Espacio Público, de $ 2.210 millones a $ 2.850 millones, + 33%.
  • Salud, de $ 4.131 millones a $ 4.982, + 17%.
  • Desarrollo Social, de $ 1.040 millones a $ 1.252 millones, + 20%.
  • Educación, de $ 5375 millones a $ 6.746 millones, + 20%.
Y resulta que hay plata en el Banco Ciudad...

Otra perla del proyecto de presupuesto es el intento de "hacerse" con $ 374 millones del Banco Ciudad. Hace trece años la Ciudad hizo un aporte de capital al Banco por 100 millones de dólares. En ese momento se estipuló que el Banco sólo debía devolver el 12% de ese monto. El macrismo incluye ahora en el presupuesto un artículo que impone la devolución del 88% restante (algo que no corresponde porque no figura en ninguna norma como sí la norma establecía devolver el 12% y nada más) y se tiran el lance con lo de la "contribución", porque el Banco Ciudad no puede prestarle al Gobierno. Sería casi imposible que el Banco Central apruebe semejante cosa, pero dentro del dibujo que es el presupuesto que enviaron por lo menos les sirve para cerrar más o menos las cuentas (igual el déficit primario es de 1000 millones de pesos). Y si por una de esas logran conseguir el dinero, lo festejarán a lo grande arreglando las veredas de Barrio Parque.

En síntesis, los ejes centrales del presupuesto presentado por Mauricio Macri son la persistencia en un esquema deficitario, con fuerte crecimiento de la deuda (de autorizarse las colocaciones solicitadas para 2011, Macri habrá heredado una deuda de alrededor de u$s 900 millones y concluirá su gestión dejando por lo menos el doble) y una expansión del gasto corriente que se refleja en una baja incidencia del gasto de capital. Este modelo de administración no prevé aumentos salariales ni aumentos en gastos corrientes ajustables por inflación (sobre todo en los más pesados como subsidios a educación privada y recolección de residuos en los que el presupuesto 2011 solicitado equivale a lo que se prevé pagar ya en 2010), que deberían cubrirse con el aumento de la recaudación por encima de lo estimado y con subejecución del gasto de capital. De esta forma, el aumento sustancial que algunas jurisdicciones reflejan en lo que hace a gasto de capital podría implicar que en realidad se intente ocultar la intención de gastar en plazas, veredas y asfalto, y que las subejecuciones recaigan en las áreas sociales, algo a lo que este gobierno nos tiene acostumbrados.

domingo, 31 de octubre de 2010

Legado


 Pasaron más de cuatro días desde la muerte de Néstor Kirchner y recién ahora siento que puedo expresar más o menos las cosas que pasan por mi cabeza. Desde que el miércoles bajé a la entrada de mi edificio (porque me desperté tarde y temía haberme perdido el censo) y el encargado me recibió con semejante balde de agua helada me cuesta enormemente escribir, y a la vez siento una mucha necesidad de hacerlo.
¿Por qué no puedo evitar hablar de mí?, ¿por qué me golpea tanto la noticia? Participo activamente en política desde hace aproximadamente diez años y rara vez me conmueven estas cosas, de hecho no tengo nada de cholulo, a pesar de haber estado frente a algunos hombres y mujeres que arrastran o han arrastrado responsabilidades importantes y un conocimiento público más o menos masivo.
Tengo la impresión de que sólo sentí algo apenas parecido con la muerte de Alfonsín. De él, al que le reconozco más errores que aciertos, me quedo con dos hechos, que tal vez apenas fueron palabras, o no: el discurso de cierre de campaña en 1983 y cuando enfrentó una feroz silbatina en la rural, se la bancó y les dijo a todos en la cara su visión de país, sus convicciones.

Néstor

Tal vez sea por eso que me duele tanto la muerte de Néstor Kirchner, porque era un tipo de convicciones, porque en su caso no las dejó en la puerta de la Casa de Gobierno (frase que todo militante debería recordar cada día de su vida). Porque no se limitó a ser un administrador de las relaciones de poder entre los que siempre tuvieron poder, porque los fue enfrentando (y son tantos los que quedan...), porque sabía, tal vez porque también se fue dando cuenta, que sin conflicto no hay cambio, porque chocó con el canto de sirenas de quienes piden consenso para conservar el statu quo y generó mucha crispación, mucho embate, mucha reacción de aquellos que pretenden conservar privilegios a costa de la vida de millones.
Porque los poderes permanentes, esos poderes que nos desprecian a todos y no tienen empacho en envenenarnos la vida cada día, esos poderes que rezan hoy por su eterno descanso cuando en realidad lo venían haciendo hace rato, también lo despreciaban a él, como suelen despreciar a los líderes populares.
Inevitable que no duela cuando se va un tipo que estaba de este lado. Inevitable si tenía un rol central. Pero no nos deja solos. Queda un equipo de Gobierno formado a lo largo de siete años y liderado por quien logró avanzar en cambios que dejan chiquita la gestión 2003-2007, aunque ambas fueron y son de los dos.

Cristina

Hace rato me cuesta entender (tal vez prefiero no hacerlo) que Néstor o Cristina tuvieran intenciones de voto diferentes. Me resultaba extraño que las encuestas dieran hoy un margen mayor a ella que a él, lo mismo que ocurría, pero al revés, cuando se tomó la decisión de que ella fuera candidata.
Recuerdo una amarga conversación con una chica que valoraba muy positivamente el Gobierno de Kirchner pero que no la quería votar a ella. Su decisión era, y así lo hizo, votar en blanco para presidente y votar el resto de la boleta (en ese caso la correspondiente a nuestro espacio político, que "colgó" de la boleta de Cristina y de su candidato a vice una boleta de Diputados). ¿No entendía que no era importante si te caía bien o mal alguno de los dos? ¿No te das cuenta -le decía yo- de que son parte de un mismo proyecto político? ¿De qué te sirvió estudiar ciencia política si te fijás en las carteras que usa ella?
A veces me pregunto si el equivocado soy yo. No tuve el gusto de conocerlos, más allá de verlos a cierta distancia en algún acto, y saber cómo funcionaban en la intimidad. Me imagino que se ponían de acuerdo en las grandes decisiones antes de tomarlas. Y si no lo hacían, si en cada etapa quien tuviera puesta la banda presidencial tomaba la decisión en última instancia, lo menos que puedo hacer es sacarme el sombrero frente a las decisiones que tomó ella: ley de medios, eliminación del nefasto sistema de AFJPs, asignación por hijo, matrimonio igualitario y la lista es larga pero no me da para hacer un raconto ahora. Todo ello sin dejar de administrar muy responsablemente los recursos del Estado (pucha que me toca ver exactamente lo contrario día a día en mi trabajo). 
Tendrá que torear muchas dificultades. Le van a plantear necesidad de cambios, diciéndole que de esa forma mostrará fortaleza y decisión o de lo contrario debilidad, y si llega a cambiar aunque sea un subsecretario bien desconocido, dirán que eso demuestra que recién ahora asume el poder porque el que gobernaba antes era Néstor.

Futuro

Cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia del Partido Justicialista, francamente esperé que lo hiciera para ampliar la base de sustentación del kirchnerismo, pero la verdad es que el resultado (es cierto que no totalmente asignable a la voluntad de Néstor y Cristina) fue que muchos sectores que acompañaron las políticas implementadas desde 2003 a través de la denominada "transversalidad", se fueron alejando del Gobierno. Creo que en buena medida la disputa por la ley de medios contribuyó a delimitar un poco mejor de qué lado está cada uno y es necesario que en el campo nacional y popular vuelva a haber cohesión para evitar el éxito de la fuerte reacción que se inició con el paro agrario de 2008. Sé que es difícil, que cualquier opinión distinta (y me refiero a las que surgen de "buena leche") es casi tomada como una traición desde el Gobierno, y que desde el otro lado hay muchos resquemores hacia la estructura del peronismo. Es cierto: el peronismo logró a mediados del siglo pasado la mejor distribución del ingreso de nuestra historia (y yo creo que este gobierno lo reivindica en su accionar), así como también llevó a cabo  la más formidable destrucción del tejido social encarada desde un gobierno elegido en democracia como fue la de los '90. Todavía forman parte de su universo los que añoran esa década.
Es necesario unir el espacio nacional y popular en toda su riqueza de variantes y quienes tienen un rol deben hacerlo con la responsabilidad que implica sostener una agenda de cambios que hay que consolidar y profundizar. Desde el Gobierno tratando de distinguir las críticas de buena fe del resto y desde el progresismo no PJ dejando de poner como excusa permanente el análisis del pedigree de los compañeros de ruta cuando se torna indispensable (y vuelvo al debate sobre la ley de medios como un faro que debe alumbrar nuestro recorrido en el sentido de que como nunca antes pudimos ver las caras verdaderas del poder en la Argentina) no tirar por la borda todo lo hecho hasta ahora.
Las experiencias que pude vivir en Plaza de Mayo me dejan en cierto modo tranquilo. En mi vida cotidiana tengo que discutir habitualmente con gente que odia a este gobierno y a las políticas que lleva a cabo, y francamente mucho tiempo me sentí bastante solo en eso (el nombre de mi blog algo tiene que ver). De alguna manera, descubrir blogueros (hoy destino más tiempo a leer blogs que diarios) que detrás de una pc llevan adelante una cruzada contra el poder como pulgas que pican al conductor de la locomotora (como decía Libertad en "Mafalda") me había hecho sentir acompañado, pero lo de la plaza me resultó francamente esperanzador: cientos de miles de personas que se acercaron a llorar, a abrazarse, a hacer una fila muy gruesa que recorría la Avenida de Mayo hasta la 9 de julio y regresaba por la calle Rivadavia, a despedir a un líder que les había hecho volver a creer en una política que puede elegir defender los intereses de los que menos tienen. A acompañar en su dolor a la Presidenta de la Nación.
Por sobre todo, la enorme mayoría de ellos gente joven. Joven de verdad, de veintipico o menos, un inmenso mar de jóvenes de una generación que va a ser sostén de la defensa de un país para todos a lo largo del futuro, gente que gracias a él y ella adquirió un compromiso militante que mi generación (tengo 37) pasó completamente de largo gracias a los ´90 y a esa cultura gerencial de la política que lamentablemente hoy gobierna aún en la Ciudad de Buenos Aires.
Gracias Néstor. Mucha fuerza Cristina.

martes, 26 de octubre de 2010

Más propaganda y menos escuelas.


Tras la presentación, por parte del Poder Ejecutivo de la Ciudad, de la información correspondiente a la ejecución presupuestaria del segundo trimestre del 2010, publiqué una serie de notas vinculadas específicamente al preocupante estado de la ejecución en materia de infraestructura escolar e hice comparaciones con otras áreas. Estas comparaciones arrojan luz respecto de las prioridades de la administración encabezada por Mauricio Macri, y se me había ocurrido graficar con este ejemplo: "No es un detalle menor que podamos observar en la ejecución de la primera mitad de este año que mientras se lleva gastado el 75,12% del presupuesto en publicidad y propaganda, en infraestructura escolar sólo se ha  invertido el 7,38%."
Los links a las cuatro notas son los siguientes:
Ganadores y perdedores del presupuesto de la Ciudad: Educación
Veredas, escuelas y hospitales III
Comunicación PRO: Twitter y educación
¿4% o 7%?  
La ejecución del tercer trimestre muestra obviamente similitudes con el derrotero exhibido hasta ahora: según se puede observar en la captura de pantalla que encabeza este post, la ejecución al tercer trimestre del 2010 de la Dirección de Infraestructura Escolar del Ministerio de Educación equivale al 15,34% del presupuesto, con un monto de $ 70.615.601,33 sobre un presupuesto vigente de $ 460.100.017. Por su parte, el presupuesto para publicidad y propaganda que depende de Jefatura de Gobierno (jurisdicción 20), tiene una ejecución del 95,85% del presupuesto vigente, ya que se llevan gastados $ 112.394.469,57 sobre $ 117.255.767.
Ya estos datos alcanzan para sacar jugosas conclusiones, pero hay que agregar algunos detalles que agravan el cuadro. El primero de ellos es que el presupuesto "vigente" no necesariamente es el aprobado por la Legislatura, ya que el Poder Ejecutivo cuenta con facultades para modificar partidas. Es así que el presupuesto de publicidad y propaganda que encontramos como vigente supera en alrededor de 21 millones de pesos el presupuesto votado originalmente por la Legislatura, que era de $ 95.900.697. Esto significa que aún con un trimestre por delante, el presupuesto para convencernos a todos de las bondades de la gestión PRO ya está ejecutado de sobra: respecto de ese presupuesto original, la ejecución al cierre del tercer trimestre de 2010 sería de un 117,19%.
Por su parte, el presupuesto vigente en materia de infraestructura escolar dista mucho del que debería ser. Decíamos en ocasión de contrastar algunas cifras del Gobierno de la Ciudad (nota sobre twitter y educación):
Con la aprobación de la Ley 3528, de fecha 5 de agosto de 2010, el presupuesto para infraestructura escolar se incrementó en $ 144.058.000, con lo que sumado al vigente al segundo trimestre, el presupuesto actual de infraestructura escolar es de $ 587.641.202.
Ahora bien, el presupuesto que encontramos vigente al cierre del trimestre (casi dos meses después de sancionada la ley) muestra una disminución de aproximadamente $ 127 millones. Para esto hay dos explicaciones posibles: o bien se usó las facultades para modificar partidas recortando presupuesto a Educación o la autorización pedida a la Legislatura para destinar parte de el endeudamiento que se solicitó para subtes (más detalles en esta nota) a fin de ponerse al día con los problemas de las escuelas no se está utilizando. En este último caso es importante tener en cuenta el monto de aumento autorizado que cité más arriba.
De esta forma, si el nivel de ejecución lo calculáramos respecto del presupuesto votado por el Poder Legislativo, el porcentaje sería un paupérrimo 12,01%.
Como dato adicional cabe consignar que, a pesar de la inflación del último año (los invito a elegir la que quieran) la ejecución del tercer trimestre del 2010 es casi la misma que la del segundo trimestre del 2009. Leyó bien, no me equivoqué al tipear: al 30 de junio del 2009 la Dirección de Infraestructura Escolar del Ministerio de Educación llevaba gastados $ 70.341.837,93 mientras que al 30 de septiembre de 2010 la ejecución es de $ 70.615.601,33.
Semejante involución en la inversión en infraestructura escolar explica porqué a pesar de que el Poder Ejecutivo de la Ciudad tiene autorizaciones de gasto en este rubro que multiplican casi por cinco las destinadas a la propaganda oficial (que dicho sea de paso por algo sigue sin control), Macri lleva gastado este año en publicidad casi el doble que en arreglar escuelas.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Tapar o hacer tapa II


Unas semanas atrás hubo un entredicho entre el Secretario General del Gobierno de la Ciudad, Marcos Peña, y funcionarios del Gobierno de Israel, en el que el joven funcionario PRO llegó a tratar de mentiroso al ex embajador de ese Estado, Rafael Eldad, debido a que éste negó haber recomendado al "Fino" Palacios (hoy procesado por el encubrimiento del atentado a la AMIA y por su rol en el escándalo de escuchas ilegales al igual que Mauricio Macri), para encabezar la fuerza policial de la Ciudad.
Ayer se me ocurrió la idea de ver qué clase de cobertura había dado Clarín a la noticia respecto de la inexistencia de recomendación alguna de la Embajada de Estados Unidos respecto del Jefe de la Policía Metropolitana
Por eso puse en el buscador de ese diario en internet la palabra "Macri" (luego intenté también con embajada, lo que dio lugar al mismo resultado). La imagen que encabeza esta nota muestra el link que encontré: 
Antes de mostrar el resultado, si uno lee el copete de la nota, la "contradicción" no se encuentra. De hecho, lo que dice es que la embajada "confirmó" algo. Qué confirmó, imposible saberlo. Este es el resultado cuando se pincha el link: 


La página no está "diponible" (sic). Justo ésa (según me cuenta @ la nota fue bajada poco después de publicada*). Otra ayudita más del periodismo independiente al Jefe de Gobierno procesado.
No sea cosa que nos enteremos de que el muchacho nos viene mintiendo el cara hace rato...


* El texto entre paréntesis fue agregado luego de publicado este post.

martes, 28 de septiembre de 2010

Independencia y autonomía


La utilización de ciertos términos por parte de los medios no deja de sorprenderme. No se trata de confesar ingenuidad, porque es algo que vengo siguiendo hace rato, pero el uso de las palabras "independiente" y sus derivados muchas veces resulta grotesca.
Podríamos referirnos al mote de "periodismo independiente" o la calificación de "independientes" que se da a ciertos dirigentes políticos. En ambos casos, pareciera que no existen ideologías o intereses que los muevan, cuando en realidad la calificación intenta ocultar precisamente eso.
En este caso, me llamaron la atención un par de notas que salieron en el día de hoy en los diarios Clarín y La Nación. En el primer caso, tenemos la nota que ilustra este post, que tuvo un tratamiento similar en otros medios.

Endeudarse para ser independiente

Lo primero que podemos observar es que la nota, que normalmente tendría que formar parte de la sección económica del diario, aparece en "política", y enmarcada especialmente en "la pelea electoral". El título lo explica, ya que la colocación de un bono de deuda es presentada no ya como una medida tendiente a financiar déficit u obras públicas sino a generar un marco de independencia respecto del gobierno federal. El contenido del artículo avanza en este criterio: 
"Sin embargo, esta no fue una colocación más de una provincia que busca fondos frescos para avanzar con sus obras sin depender del Gobierno nacional. Fue casi de una declaración de autonomía que llegó pocos días después de que Scioli admitiera tener “las manos atadas” y de que Néstor Kirchner le respondiera pidiéndole que dijera quién se las había atado."
Esta lectura, cuya repetición en otros medios invita a pensar que no es producto de la imaginación de los periodistas sino de la usina de comunicación del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, tiene como contrapartida lo que podemos encontrar en el subtítulo: un déficit abultado, y el pago de altas tasas de interés: 11,75% (aunque se trataría del 12% una vez que se den a conocer detalles de la operación).
En particular, y respecto de esto último, llamó mucho mi atención el siguiente comentario: 
"Tal vez el tener que pagar una tasa del 11,75% puede parecer excesivo si se lo compara con las ofertas que recibió el Gobierno nacional hace apenas unos días, cuando varios bancos de inversión le ofrecieron plata al 8,75% . Y también si se lo compara con el 12,5% que pagó el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por los 476 millones de dólares que tomó prestados en marzo, cuando aún no había terminado el canje de la deuda en default."
Acá es donde dejé de entender el idioma castellano.
Porque si se trata de disimular una mala operación de crédito por parte del Gobierno de la Provincia ahora que Scioli toma alguna distancia de Kirchner, mejor se hubieran quedado con el cuento de la independencia, pero encima decir que la operación que concretó la Ciudad, en la que se paga una tasa más alta por plata que recién ahora se va a empezar a usar (con parte de los fondos depositados en el Banco a una tasa menor), fue más favorable porque no se esperó al cierre del canje, casi que ofende la inteligencia de cualquiera.
Pero me parece que más ofende este criterio de independencia. Endeudarse en dólares a plazos breves y a altas tasas es imposible que beneficie a la Provincia o a la Ciudad. De hecho, en el caso de la Ciudad, este es el perfil de vencimientos hasta 2015:

(Fuente: ejecución presupuestaria segundo trimestre 2010, Minsterio de Hacienda, Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)

El gráfico muestra claramente dos años con fuertes vencimientos, justamente dos años de renovación de mandatos. En el caso del 2011, producto de una política de endeudamiento que ya hemos detallado en un post anterior y que consiguió aprobaciones legislativas a cambio de que buena parte de los vencimientos no fueran más allá del mencionado año. El resto de la secuencia muestra un vencimiento de capital muy fuerte en 2015 (los u$s 475 millones de la colocación de este año) y el impacto de los vencimientos de intereses de ese bono (u$s 30 millones en 2010 y 2015 y u$s 60 millones los años 2011, 2012, 2013 y 2014).
Vale mencionar que a la Ciudad de Buenos Aires le espera un vencimiento en 2015 que a números de hoy (los montos están convertidos a pesos pero el bono es en dólares) es superior al 10% del presupuesto, un número que supera la recaudación anual por ABL o por coparticipación, por ejemplo.
Sería realmente muy extraño que a la Provincia de Buenos Aires le espere un panorama mejor. Probablemente es todo lo contrario.
En definitiva la "independencia" que supuestamente se gana frente al poder político del Estado federal se logra a costa de una fuerte dependencia de los mercados de crédito, a los que les encanta la acumulación de vencimientos.

El recorte a la Corte


En este caso es bastante burda la apelación a la necesaria autonomía de la Corte Suprema de Justicia (y del poder judicial en general) ya que en definitiva no se trata de un recorte del 40% del presupuesto y ni siquiera de un recorte en sí. Cuando el Poder Ejecutivo formula el proyecto de presupuesto, recibe los pedidos de las jurisdicciones, normalmente los ajusta en función del número global del gasto (por este motivo es que normalmente los pedidos se inflan, para así lograr el monto que efectivamente se precisa) y no parece que a la justicia le haya ido particularmente mal en el reparto.
En este caso, todo indica que el aumento de presupuesto que ha recibido la justicia se encuentra en línea con el crecimiento del gasto total, y que sus señorías se fueron un poco de largo con sus pedidos. De hecho, algo de esto deja traslucir la nota publicada en Clarín y más aún lo que publica el diario Página 12. Además, en la página de la Oficina Nacional de Presupuesto hay una serie de cuadros comparativos, entre ellos el Nº 4 que informa sobre la composición de gasto por jurisdicción:


Dos ejemplos de cómo entienden algunos medios la independencia y la autonomía, pero sobre todo, de cómo interpretan las noticias en función de sus propios intereses políticos y económicos.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Ganadores y perdedores del presupuesto de la Ciudad II: Basura


Vamos a empezar este artículo con un cuadro al mejor estilo "comunicación PRO": un crecimiento del gasto en recolección de residuos exponencial, medido en millones de pesos y en forma nominal. Podemos señalar algunos hitos:
2005 (último año de la gestión Ibarra): $ 349.299.562,51
2007 (último año de la gestión Telerman): $ 732.935.748,60
2009: $ 1.308.346.008,07
2010: $ 1.600.000.000
En este caso sí se podría decir que el Gobierno de Macri lleva gastado en dos años y medio más dinero que en los 8 años anteriores: mientras que en el periodo 2000-2007 la Ciudad tuvo que pagar por la recolección basura $ 2.636.735.153,91, en los dos años y medio de gestión PRO ya llevan $ 2.875.444.740,89.
Las cifras corresponden a los datos que suministra el Gobierno de la Ciudad a través del Ministerio de Hacienda y que se pueden encontrar en las cuentas de inversión de cada año finalizado. El número correspondiente al 2010 es una estimación, bastante conservadora por cierto, elaborada en base a la ejecución del primer semestre y al proyecto de ampliación presupuestaria recientemente remitido a la Legislatura por el Poder Ejecutivo y caratulado con el número 2702-J-2010, en el que se piden $ 330 millones adicionales. Los totales se componen de la suma del gasto que se realiza a través del Ente de Higiene Urbana (que tiene a su cargo la llamada Zona V de la Ciudad) y la Dirección General de Limpieza (antes denominada de Higiene Urbana), que es la que se encarga de la relación con las empresas privadas que tienen a su cargo el resto de la Ciudad. En definitiva, a estos datos que se pueden ver resaltados en la planilla de la ejecución presupuestaria del segundo trimestre (el presupuesto es la primera columna y la tercera es la ejecución) hay que adicionarles $ 330 millones:


Por supuesto que los números arriba expuestos, sin tener en cuenta que hubo inflación en el medio, no nos deberían decir demasiado, aunque resultaría muy tentador utilizarlos para decir que hay un récord de gasto en base a ellos, como el Gobierno de Macri nos tiene acostumbrados a escuchar, y de lo que hemos dado cuenta en notas anteriores, como la referida a los datos sobre inversión en infraestructura escolar.
Sin tener cifras de inflación del todo confiables, podemos analizar los datos desde otros costados. Una primera aproximación podría ser fijarnos cuánto representa el gasto en recolección de residuos respecto del gasto total de la Ciudad:


Aquí se puede observar que el crecimiento es muy fuerte en los últimos años. Al cierre del año 2009, la participación del gasto en recolección de residuos sobre el total alcanzó la cifra récord de 8,21% del total, muy superior al 6% que representaba en 2005 y también al 7,38% que representaba en 2007. 
Cabe tener en cuenta que a valores del gasto total que podemos estimar para el año 2010 ($ 20.000 millones), un punto porcentual representa $ 200 millones. Dicho de otra manera, si este año se gastara efectivamente $ 1.600 millones (cifra en la que probablemente nos quedemos cortos), los ocho puntos porcentuales que significaría del gasto total implicarían un aumento del costo cercano a los $ 400 millones respecto de 2005.
También puede ser importante analizar la relación entre el gasto efectuado por la administración en forma directa, a través del Ente de Higiene Urbana, y los contratos de recolección llevados a cabo por empresas privadas: mientras el gasto efectuado a través del ente acumuló un crecimiento durante los primeros dos años del Gobierno de Macri  del 42,74%, la Dirección General de Limpieza acumuló un aumento del 83,29% en el mismo periodo. 
Si además tomamos en cuenta el gasto que podemos estimar para el 2010, en el caso de la Dirección General de Limpieza el aumento durante la gestión macrista alcanzará casi el 130%, mientras que de acuerdo a la ejecución del segundo trimestre no podemos observar perspectivas de aumento del costo del servicio que presta el Ente (de hecho el presupuesto está subejecutado y no se solicita ampliación del mismo). Cabe mencionar que el gasto total de la Ciudad durante el periodo de Gobierno de Mauricio Macri será a fines del 2010 el doble de lo que fue en 2007, lo que implica un crecimiento del gasto en basura a través de privados de 30 puntos por encima del promedio.
Esto produce además una relación de costos que se dispara hacia el sector privado: mientras en 2007 la dirección General de Limpieza gastaba nueve veces y media lo que costaba el Ente de Higiene Urbana ($ 660 millones contra $ 70 millones), al cierre de 2010 la relación será de quince a uno: $ 1.500 millones contra $ 100 millones. Más interesante aún es observar las denominadas "metas físicas" del presupuesto de cada una de las áreas. En las planillas (las capturas pertenencen al Tomo III de la información anexa al proyecto de presupuesto de la Ciudad) tenemos la cantidad de "cuadras" que corresponde limpiar a través del Ente:


También la cantidad de cuadras que se limpian a través de las empresas privadas:

Hay que mencionar que se podría tomar sólo el costo del contrato y no de toda la Dirección General de Limpieza (aunque en nuestro criterio el costo de la administración hay que contarlo, aún a pesar de que podamos terminar considerando que Ciro James hizo algo por la educación pública de esta Ciudad). Tal vez si circunscribiéramos el análisis al costo del contrato de recolección (cerca de 1.250 millones para el 2010) la relación sería menor, 12,5 veces el costo del Ente. Así y todo, teniendo en cuenta todas las particularidades que puedan tener las diferentes zonas de la Ciudad, el volumen de residuos y los pagos al CEAMSE, no parece haber demasiada justificación para que el costo se multiplique de esa manera si se trata de limpiar 3,5 veces más cuadras.
Sin duda que a la luz de estos números, cabe preguntarnos hasta que punto le conviene a la Ciudad mantener en manos privadas el servicio y en todo caso en qué condiciones. Es un debate pendiente.

Fernando Renzi - Aníbal Ibarra.

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