martes, 29 de diciembre de 2015

Temporada de Caza


Hoy se publicó en el Boletín Oficial el Decreto 254/2015, firmado por Macri, Marcos Peña y Andrés Ibarra, donde se instruye a Ministros, Secretarios de la Presidencia, Autoridades Superiores de Organismos Descentralizados, Empresas y Sociedades del Estado de la Administración pública Nacional a revisar las contrataciones de personal efectuadas en sus áreas hasta tres años para atrás.
No es una novedad, sin duda, avisaron hace rato que lo iban a hacer. 
El problema es que van a echar miles de empleados públicos, seguramente con la excusa de que se trataba de "ñoquis". Esto tampoco es una novedad. como hicieron en la Ciudad, le tirarán a los medios algunos casos llamativos y con ello justificarán miles de despidos:


La experiencia de estos años de macrismo en la Ciudad no muestra un achicamiento del Estado, sino más bien lo contrario:

No obstante, las necesidades de cubrir cargos en las tres principales estructuras estatales del país (el equipo de Vidal, por ejemplo, parece que resultó ser de Voley Playa) hace probable que esta vez se vea el despido masivo de agentes de la administración pública como una "oportunidad" para reducir el déficit fiscal (aumentado fuertemente por la decisión de transferir recursos al "campo" vía eliminación y reducción de las denominadas retenciones). Algunos tienen que pagar, claro.
Obviamente el despido de miles de empleados públicos impacta en la economía vía consumo, por lo que no serán ellos los únicos perjudicados.
Aclaro por las dudas que yo dejo mi cargo mañana, pero son las reglas del juego. Las conozco, las entiendo y las comparto. Muy distinto es el destino de muchos laburantes que por el motivo que fuera llegaron al Estado (los concursos abiertos de ingreso son una especie demasiado rara, lamentablemente).
Esperemos que la justicia, tan presurosa en correr en auxilio de los poderosos, brinde amparo a quienes a partir de hoy se convierten en un número en una planilla de excel o, lo que es peor, en alguien a quien perseguir y castigar por sus ideas políticas.
Se abre la temporada de caza.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Le pertenezco



Todo pasa y todo llega. Pasaron las elecciones y llegó el momento de despegar a Mauricio Macri de la causa por espionaje en la que estaba procesado. El fiscal Di Lello pidió su sobreseimiento.



En fin. Cambiamos.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Pegarle al chancho









Bien reza el dicho que "hay que pegarle al chancho para que aparezca el dueño". Ayer nomás hablábamos del decreto de CFK que se hacía cargo de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que podaba uno de cada seis pesos que recibe la ANSES. Decíamos específicamente:

"el fallo de la Corte que devuelve a las provincias el 15% de fondos coparticipables que servían para financiar a la ANSES, muy bien explicado en este post del blog Nestornautas, ponía en primera fila del ajuste a los jubilados y a quienes reciben distintos beneficios sociales como la Asignación por Hijo o el Plan Progresar, todo en pos de pagar los votos macristas de las provincias de Córdoba y San Luis y de dar un marco de fondo a un replanteo del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que prácticamente debería ser entregado a las provincias (porque obviamente todas se van a colgar de un fallo que le reconoce a San Luis, Córdoba y Santa Fe una deuda de la Nación de unos 90.000 millones de pesos). La excusa perfecta para que el Estado Nacional entregue las acciones de empresas (como Clarín), que tiene la ANSES en su haber. Acciones y capacidad de incorporar funcionarios a los directorios, ni más ni menos.
Cristina Fernández de Kirchner, a pocos días del final de su Gobierno,
tuvo una de esas reacciones que obligan a mostrar las cartas que tiene cada uno en la mano: emitió un decreto de necesidad y urgencia acatando el fallo de la Corte, pero especificando que los fondos que la ANSES dejará de recibir deberán ser cubiertos por el Tesoro. De esta forma, sabremos en definitiva si el fallo era una carga para el próximo gobierno o era en realidad funcional: la fórmula de la movilidad jubilatoria y las asignaciones (que siempre dio por encima de cualquier índice de inflación estatal, privado o cachivache) es lo que está en juego, y tendrá Macri que blanquear sus intenciones modificando el DNU o dejándolo como está.

Hoy nos desayunamos con las tapas que ilustran la nota. Para Clarín, que no consideró como tema de tapa el fallo de la Corte días atrás, Cristina "avanzó sobre un fallo de la Corte" y "extendió a todos los distritos" su alcance. La reacción de Macri, hoy mismo fue:


Ahora bien, según explica la página web del Centro de Información Judicial, dependiente de la Corte, el fallo implica:

La consecuencia de la decisión resulta ser que el Estado Nacional deberá: (1) cesar en forma inmediata de detraer esos fondos bajo apercibimiento de ordenar al presidente del Banco Nación que cumpla con la orden en el plazo de diez días; (2) devolver a las provincias la suma retenida indebidamente desde el 1° de enero de 2006 más los intereses que correspondan. A fin de hacer efectiva esta condena, la Corte Suprema fijó un plazo de 120 días para que las partes acuerden la forma y plazos en que el Estado Nacional reintegrará las sumas debidas a las provincias, con la advertencia de que, en caso de incumplimiento, la determinará el Tribunal en la etapa de ejecución de sentencia.

Cuando Macri dice que la Presidenta no quiere colaborar, ¿a qué se refiere? Si su decisión es ajustar y poner como escudos humanos a los jubilados y a quienes cobran al asignación por hijo, ¿por qué el Gobierno que sale debería ayudarlo?, ¿por qué motivo el Gobierno Nacional debería discriminar a 20 provincias y una Ciudad Autónoma en el reparto de la coparticipación si la Corte declaró inconstitucional el artículo 76 de la ley 26.078, que se aplica a todas las jurisdicciones? En definitiva, el Decreto de Necesidad y Urgencia firmado por CFK garantiza que la ANSES pueda continuar con su nivel de prestaciones. La decisión de devaluar, eliminar retenciones y reducir subsidios son parte de la agenda del Gobierno que viene, que llega con respaldo en las urnas para hacerlo. Las consecuencias sociales y económicas de lo que en definitiva es una brutal transferencia de ingresos hacia los sectores más acomodados de la sociedad, tienen un costo, y es poco razonable pretender que lo pague un Gobierno que durante 12 años se negó a ir en esa dirección.

martes, 1 de diciembre de 2015

El ajuste


Días atrás comentábamos respecto de los intereses que se agolpan detrás de la llegada de Macri al Gobierno y cómo se pueden saldar sus demandas: devaluación, baja de retenciones, eliminación de subsidios, pago a los fondos buitre, regreso al FMI, etcétera. Decíamos que la ausencia de una crisis terminal del Gobierno como la que precedió al invierno neoliberal de los 90 o a la devaluación, retención de depósitos y pesificación asimétrica posterior al final de la Alianza dificultaban la toma de decisiones en este sentido porque, básicamente, implican una transferencia de ingresos del 90% de la población al 10% más rico.
Algunas señales son muy preocupantes: a mi humilde modo de ver, si el tren fantasma pasa por al lado del equipo económico de Mauricio Macri seguramente descarrilaría del susto. De la mano de los intereses corporativos arriba citados tenemos un verdadero desembarco de sus gerentes en el Gobierno. Nada parece indicar que pueda haber un intento serio de contenerlos.
Por otro lado, el fallo de la Corte que devuelve a las provincias el 15% de fondos coparticipables que servían para financiar a la ANSES, muy bien explicado en este post del blog Nestornautas, ponía en primera fila del ajuste a los jubilados y a quienes reciben distintos beneficios sociales como la Asignación por Hijo o el Plan Progresar, todo en pos de pagar los votos macristas de las provincias de Córdoba y San Luis y de dar un marco de fondo a un replanteo del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que prácticamente debería ser entregado a las provincias (porque obviamente todas se van a colgar de un fallo que le reconoce a San Luis, Córdoba y Santa Fe una deuda de la Nación de unos 90.000 millones de pesos). La excusa perfecta para que el Estado Nacional entregue las acciones de empresas (como Clarín), que tiene la ANSES en su haber. Acciones y capacidad de incorporar funcionarios a los directorios, ni más ni menos.
Cristina Fernández de Kirchner, a pocos días del final de su Gobierno, tuvo una de esas reacciones que obligan a mostrar las cartas que tiene cada uno en la mano: emitió un decreto de necesidad y urgencia acatando el fallo de la Corte, pero especificando que los fondos que la ANSES dejará de recibir deberán ser cubiertos por el Tesoro. De esta forma, sabremos en definitiva si el fallo era una carga para el próximo gobierno o era en realidad funcional: la fórmula de la movilidad jubilatoria y las asignaciones (que siempre dio por encima de cualquier índice de inflación estatal, privado o cachivache) es lo que está en juego, y tendrá Macri que blanquear sus intenciones modificando el DNU o dejándolo como está.



Estamos ante un gobierno que llega y que viene avisando que va a devaluar fuerte. Los precios se están acomodando ya a esa novedad, pero obviamente se intenta generar una sensación de herencia recibida. Se anuncian cambios en ganancias que beneficiarán a un conjunto de asalariados entre los de mejores ingresos y algunos líderes sindicales se apuran en considerar eso como condición para bajar la conflictividad (el resto de los trabajadores, bien gracias). Al mismo tiempo, el futuro Ministro de Trabajo habla de "paritarias por productividad", con lo que ya no necesariamente la negociación serviría para resolver al puja distributiva intentando ganarle a la inflación, como ocurrió en buena parte de la última década.
Todos los condimentos parecen dados para que se produzca un ajuste que se pagará por debajo del la línea del segmento ABC1, pero que hay que presentar lo mejor posible. Esto es, como una herencia del kircnerismo, como podemos ver al tope de este post. Extrañamente, un ajuste cuya inminencia fue anunciada por el futuro Ministro de Economía, pero hace 4 años.
El ajuste no es la salida. Hay ficciones y relatos que no se deberían poder vender.



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