martes, 28 de septiembre de 2010

Independencia y autonomía


La utilización de ciertos términos por parte de los medios no deja de sorprenderme. No se trata de confesar ingenuidad, porque es algo que vengo siguiendo hace rato, pero el uso de las palabras "independiente" y sus derivados muchas veces resulta grotesca.
Podríamos referirnos al mote de "periodismo independiente" o la calificación de "independientes" que se da a ciertos dirigentes políticos. En ambos casos, pareciera que no existen ideologías o intereses que los muevan, cuando en realidad la calificación intenta ocultar precisamente eso.
En este caso, me llamaron la atención un par de notas que salieron en el día de hoy en los diarios Clarín y La Nación. En el primer caso, tenemos la nota que ilustra este post, que tuvo un tratamiento similar en otros medios.

Endeudarse para ser independiente

Lo primero que podemos observar es que la nota, que normalmente tendría que formar parte de la sección económica del diario, aparece en "política", y enmarcada especialmente en "la pelea electoral". El título lo explica, ya que la colocación de un bono de deuda es presentada no ya como una medida tendiente a financiar déficit u obras públicas sino a generar un marco de independencia respecto del gobierno federal. El contenido del artículo avanza en este criterio: 
"Sin embargo, esta no fue una colocación más de una provincia que busca fondos frescos para avanzar con sus obras sin depender del Gobierno nacional. Fue casi de una declaración de autonomía que llegó pocos días después de que Scioli admitiera tener “las manos atadas” y de que Néstor Kirchner le respondiera pidiéndole que dijera quién se las había atado."
Esta lectura, cuya repetición en otros medios invita a pensar que no es producto de la imaginación de los periodistas sino de la usina de comunicación del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, tiene como contrapartida lo que podemos encontrar en el subtítulo: un déficit abultado, y el pago de altas tasas de interés: 11,75% (aunque se trataría del 12% una vez que se den a conocer detalles de la operación).
En particular, y respecto de esto último, llamó mucho mi atención el siguiente comentario: 
"Tal vez el tener que pagar una tasa del 11,75% puede parecer excesivo si se lo compara con las ofertas que recibió el Gobierno nacional hace apenas unos días, cuando varios bancos de inversión le ofrecieron plata al 8,75% . Y también si se lo compara con el 12,5% que pagó el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por los 476 millones de dólares que tomó prestados en marzo, cuando aún no había terminado el canje de la deuda en default."
Acá es donde dejé de entender el idioma castellano.
Porque si se trata de disimular una mala operación de crédito por parte del Gobierno de la Provincia ahora que Scioli toma alguna distancia de Kirchner, mejor se hubieran quedado con el cuento de la independencia, pero encima decir que la operación que concretó la Ciudad, en la que se paga una tasa más alta por plata que recién ahora se va a empezar a usar (con parte de los fondos depositados en el Banco a una tasa menor), fue más favorable porque no se esperó al cierre del canje, casi que ofende la inteligencia de cualquiera.
Pero me parece que más ofende este criterio de independencia. Endeudarse en dólares a plazos breves y a altas tasas es imposible que beneficie a la Provincia o a la Ciudad. De hecho, en el caso de la Ciudad, este es el perfil de vencimientos hasta 2015:

(Fuente: ejecución presupuestaria segundo trimestre 2010, Minsterio de Hacienda, Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)

El gráfico muestra claramente dos años con fuertes vencimientos, justamente dos años de renovación de mandatos. En el caso del 2011, producto de una política de endeudamiento que ya hemos detallado en un post anterior y que consiguió aprobaciones legislativas a cambio de que buena parte de los vencimientos no fueran más allá del mencionado año. El resto de la secuencia muestra un vencimiento de capital muy fuerte en 2015 (los u$s 475 millones de la colocación de este año) y el impacto de los vencimientos de intereses de ese bono (u$s 30 millones en 2010 y 2015 y u$s 60 millones los años 2011, 2012, 2013 y 2014).
Vale mencionar que a la Ciudad de Buenos Aires le espera un vencimiento en 2015 que a números de hoy (los montos están convertidos a pesos pero el bono es en dólares) es superior al 10% del presupuesto, un número que supera la recaudación anual por ABL o por coparticipación, por ejemplo.
Sería realmente muy extraño que a la Provincia de Buenos Aires le espere un panorama mejor. Probablemente es todo lo contrario.
En definitiva la "independencia" que supuestamente se gana frente al poder político del Estado federal se logra a costa de una fuerte dependencia de los mercados de crédito, a los que les encanta la acumulación de vencimientos.

El recorte a la Corte


En este caso es bastante burda la apelación a la necesaria autonomía de la Corte Suprema de Justicia (y del poder judicial en general) ya que en definitiva no se trata de un recorte del 40% del presupuesto y ni siquiera de un recorte en sí. Cuando el Poder Ejecutivo formula el proyecto de presupuesto, recibe los pedidos de las jurisdicciones, normalmente los ajusta en función del número global del gasto (por este motivo es que normalmente los pedidos se inflan, para así lograr el monto que efectivamente se precisa) y no parece que a la justicia le haya ido particularmente mal en el reparto.
En este caso, todo indica que el aumento de presupuesto que ha recibido la justicia se encuentra en línea con el crecimiento del gasto total, y que sus señorías se fueron un poco de largo con sus pedidos. De hecho, algo de esto deja traslucir la nota publicada en Clarín y más aún lo que publica el diario Página 12. Además, en la página de la Oficina Nacional de Presupuesto hay una serie de cuadros comparativos, entre ellos el Nº 4 que informa sobre la composición de gasto por jurisdicción:


Dos ejemplos de cómo entienden algunos medios la independencia y la autonomía, pero sobre todo, de cómo interpretan las noticias en función de sus propios intereses políticos y económicos.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Ganadores y perdedores del presupuesto de la Ciudad II: Basura


Vamos a empezar este artículo con un cuadro al mejor estilo "comunicación PRO": un crecimiento del gasto en recolección de residuos exponencial, medido en millones de pesos y en forma nominal. Podemos señalar algunos hitos:
2005 (último año de la gestión Ibarra): $ 349.299.562,51
2007 (último año de la gestión Telerman): $ 732.935.748,60
2009: $ 1.308.346.008,07
2010: $ 1.600.000.000
En este caso sí se podría decir que el Gobierno de Macri lleva gastado en dos años y medio más dinero que en los 8 años anteriores: mientras que en el periodo 2000-2007 la Ciudad tuvo que pagar por la recolección basura $ 2.636.735.153,91, en los dos años y medio de gestión PRO ya llevan $ 2.875.444.740,89.
Las cifras corresponden a los datos que suministra el Gobierno de la Ciudad a través del Ministerio de Hacienda y que se pueden encontrar en las cuentas de inversión de cada año finalizado. El número correspondiente al 2010 es una estimación, bastante conservadora por cierto, elaborada en base a la ejecución del primer semestre y al proyecto de ampliación presupuestaria recientemente remitido a la Legislatura por el Poder Ejecutivo y caratulado con el número 2702-J-2010, en el que se piden $ 330 millones adicionales. Los totales se componen de la suma del gasto que se realiza a través del Ente de Higiene Urbana (que tiene a su cargo la llamada Zona V de la Ciudad) y la Dirección General de Limpieza (antes denominada de Higiene Urbana), que es la que se encarga de la relación con las empresas privadas que tienen a su cargo el resto de la Ciudad. En definitiva, a estos datos que se pueden ver resaltados en la planilla de la ejecución presupuestaria del segundo trimestre (el presupuesto es la primera columna y la tercera es la ejecución) hay que adicionarles $ 330 millones:


Por supuesto que los números arriba expuestos, sin tener en cuenta que hubo inflación en el medio, no nos deberían decir demasiado, aunque resultaría muy tentador utilizarlos para decir que hay un récord de gasto en base a ellos, como el Gobierno de Macri nos tiene acostumbrados a escuchar, y de lo que hemos dado cuenta en notas anteriores, como la referida a los datos sobre inversión en infraestructura escolar.
Sin tener cifras de inflación del todo confiables, podemos analizar los datos desde otros costados. Una primera aproximación podría ser fijarnos cuánto representa el gasto en recolección de residuos respecto del gasto total de la Ciudad:


Aquí se puede observar que el crecimiento es muy fuerte en los últimos años. Al cierre del año 2009, la participación del gasto en recolección de residuos sobre el total alcanzó la cifra récord de 8,21% del total, muy superior al 6% que representaba en 2005 y también al 7,38% que representaba en 2007. 
Cabe tener en cuenta que a valores del gasto total que podemos estimar para el año 2010 ($ 20.000 millones), un punto porcentual representa $ 200 millones. Dicho de otra manera, si este año se gastara efectivamente $ 1.600 millones (cifra en la que probablemente nos quedemos cortos), los ocho puntos porcentuales que significaría del gasto total implicarían un aumento del costo cercano a los $ 400 millones respecto de 2005.
También puede ser importante analizar la relación entre el gasto efectuado por la administración en forma directa, a través del Ente de Higiene Urbana, y los contratos de recolección llevados a cabo por empresas privadas: mientras el gasto efectuado a través del ente acumuló un crecimiento durante los primeros dos años del Gobierno de Macri  del 42,74%, la Dirección General de Limpieza acumuló un aumento del 83,29% en el mismo periodo. 
Si además tomamos en cuenta el gasto que podemos estimar para el 2010, en el caso de la Dirección General de Limpieza el aumento durante la gestión macrista alcanzará casi el 130%, mientras que de acuerdo a la ejecución del segundo trimestre no podemos observar perspectivas de aumento del costo del servicio que presta el Ente (de hecho el presupuesto está subejecutado y no se solicita ampliación del mismo). Cabe mencionar que el gasto total de la Ciudad durante el periodo de Gobierno de Mauricio Macri será a fines del 2010 el doble de lo que fue en 2007, lo que implica un crecimiento del gasto en basura a través de privados de 30 puntos por encima del promedio.
Esto produce además una relación de costos que se dispara hacia el sector privado: mientras en 2007 la dirección General de Limpieza gastaba nueve veces y media lo que costaba el Ente de Higiene Urbana ($ 660 millones contra $ 70 millones), al cierre de 2010 la relación será de quince a uno: $ 1.500 millones contra $ 100 millones. Más interesante aún es observar las denominadas "metas físicas" del presupuesto de cada una de las áreas. En las planillas (las capturas pertenencen al Tomo III de la información anexa al proyecto de presupuesto de la Ciudad) tenemos la cantidad de "cuadras" que corresponde limpiar a través del Ente:


También la cantidad de cuadras que se limpian a través de las empresas privadas:

Hay que mencionar que se podría tomar sólo el costo del contrato y no de toda la Dirección General de Limpieza (aunque en nuestro criterio el costo de la administración hay que contarlo, aún a pesar de que podamos terminar considerando que Ciro James hizo algo por la educación pública de esta Ciudad). Tal vez si circunscribiéramos el análisis al costo del contrato de recolección (cerca de 1.250 millones para el 2010) la relación sería menor, 12,5 veces el costo del Ente. Así y todo, teniendo en cuenta todas las particularidades que puedan tener las diferentes zonas de la Ciudad, el volumen de residuos y los pagos al CEAMSE, no parece haber demasiada justificación para que el costo se multiplique de esa manera si se trata de limpiar 3,5 veces más cuadras.
Sin duda que a la luz de estos números, cabe preguntarnos hasta que punto le conviene a la Ciudad mantener en manos privadas el servicio y en todo caso en qué condiciones. Es un debate pendiente.

Fernando Renzi - Aníbal Ibarra.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

¿4% o 7%?


En estos días en que se discute el tema del estado de las escuelas en la Ciudad de Buenos Aires, y las cuestiones vinculadas a la gestión en materia educativa del gobierno de Mauricio Macri, mucha gente ha empezado a familiarizarse con lo que se denomina "ejecución presupuestaria":
"Los recursos se devengan cuando, por una relación jurídica, se establece un derecho de cobro y, simultáneamente, una obligación de pago por parte de personas físicas o jurídicas, las cuales pueden ser de naturaleza pública o privada." (Reglamentación art. 31º Ley 70)
Dicho en lo más castellano posible: el constructor termina la obra (o la parte que corresponda de la misma) y recibe a cambio una documentación que le va a servir para cobrar. 
De esta forma, a través de los datos del dinero que gasta el Gobierno en diversos asuntos, se intenta ver si la inversión es la que debiera o no.
He tratado de aclarar algunos puntos en un post anterior, intentando mostrar algunas de las mentiras utilizadas por los funcionarios de la Ciudad. En base a los comentarios recibidos y a algunas dudas que han quedado planteadas en el debate a través de los medios, he encontrado cierta confusión respecto de si la ejecución presupuestaria al segundo trimestre del año 2010, respecto del presupuesto para arreglar y construir escuelas es del 4% o del 7% (cualquier otra cifra que se tire es falsa, como se puede ver en el post arriba citado y en esta misma nota).
La confusión surge de la fuente de datos que se utilice para abordar el análisis. Una posibilidad es tomar la planilla que encabeza esta nota (clic en la imagen para agrandar) que detalla de acuerdo al objeto del gasto lo que se ha utilizado del crédito presupuestario vigente. Así, muchos han mirado el inciso 4 (bienes de uso) y en particular la partida correspondiente a construcciones. De esta forma, podemos encontrar que sobre un presupuesto para todo el 2010 de $ 337.809.073 se han ejecutado (la que vale es la columna del devengado como podemos ver en la definición arriba citada) $ 15.250.253,15, es decir un 4,51%. También se puede ver aquí la baja ejecución del presupuesto de equipamiento (por ejemplo, computadoras), ya que de $ 17.523.746 se ejcutaron $ 575.698,99, o sea un 3,28 %, y ni hablar de la ejecución de material de lectura en la que se llevan gastados $ 1.380, un 0,008 % del presupuesto anual fijado en $ 16.567.904.
De yapa, se puede cotejar el inciso correspondiente a transferencias, en la que podemos encontrar dentro de las "transferencias al sector privado para financiar gastos corrientes" los subsidios a Educación Privada. Es importante, en este caso, destacar que la cifra puede inducir a error, ya que en ese monto hay algo más que esos subsidios. Cuando miramos la planilla excel en la que se puede observar la ejecución del presupuesto (disponible en la web de la Ciudad aunque por algún motivo que desconozco la correspondiente al segundo trimestre todavía no está), la Dirección de Gestión Privada cuenta con un presupuesto de $ 806.800.997 de los cuales $ 801.600.000 son para "transferencias". La ejecución, en este caso es de $ 439.073.291,04 oara la Dirección General, y en el caso de las transferencias es de $ 436.629.812,62, lo que nos lleva a un escenario hacia fin de año de una erogación cercana a los 900 millones de pesos.
En parte por motivos como estos, pero básicamente porque los arreglos en las escuelas también se hacen con partidas para transferencias (los subsidios a las cooperadoras que en algún momento fueron recortados por la actual administración), es que prefiero utilizar los datos de la planilla que hace referencia a la Dirección General de Infraestructura y Equipamiento:


En este caso, la columna final corresponde a la ejecución: $ 32.746.250,40, lo que implica un 7,38% del presupuesto de $ 443.583.202 con que cuenta el área. Sé que de esta forma estoy contemplando gastos en personal, por ejemplo, que podrían no considerarse correctos a la hora de hacer un análisis, pero en mi caso considero que una dotación de personal adecuada y bien paga en el área hace también a una buena ejecución del presupuesto y es parte de la inversión que debe hacer el Estado para mantener en estado a los establecimientos educativos.
En definitiva, son criterios, pueden ser más o menos discutibles. Lo que no deja mucho lugar a la discusión es que el nivel de ejecución, tomemos el número que tomemos, es realmente muy bajo.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

La evolución de las noticias


Informarse a través de los portales de los medios tiene sus peligros. Más allá de las operaciones de prensa (el famoso tapar o hacer tapa del que alguna vez hablamos), lo que puede ocurrir es que una noticia cambie, a veces bastante, en el transcurrir del día.
La nota que menciono en este caso hace referencia a una serie de pruebas que se hicieron en el día de hoy en el estadio de River Plate, con el objeto de analizar superficies que puedan soportar en las mejores condiciones posibles el impacto de los saltos que una cantidad de gente pueda efectuar durante un recital. El diario es La Nación. El artículo se titula: "Macri hizo el pogo más chico del mundo".
Como podemos ver en la imagen que encabeza este post, el final del subtítulo del diario era a las 14:52: "los participantes insultaron durante toda la prueba al jefe de gobierno porteño".


El cuerpo de la nota detallaba: "En la primera prueba, sorprendió escucharlos al unísono: "Macri, basura, vos sos la dictadura", según pudo constatar lanacion.com en el Estadio Monumental.
Yo leo bien. El diario no citaba fuentes. Quien escribió la nota (tal vez sin derecho a ponerle su firma), decía que había constatado el hecho. No se lo habían contado. No lo había leído en un diario. No le llegó a través de una paloma mensajera.
Constatar significa, según el diccionario, "comprobar la veracidad y certeza de un hecho y dar constancia de él"
No obstante, la nota evolucionó un rato después:


A las 15:59 ya no habían sido todos los participantes, ni durante toda la prueba. Además se agregaba una mención al Ministro de Espacio Público, Diego Santilli, quien relativizaba lo ocurrido. Lo mismo pasaba en el cuerpo de la nota:


Como se puede observar, se agrega un párrafo con las declaraciones de Santilli, que reducía a 8 personas la afrenta y planteaba que eso había ocurrido previamente. Lo importante es que se corrigió el parrafo que hacía referencia a lo que el diario había dado como veraz y cierto, y ahora tenía otro contenido: "Antes de la primera prueba, algunos jóvenes gritaron al unísono: "Macri, basura, vos sos la dictadura", según pudo constató (sic) lanacion.com en el Estadio Monumental"
A las 16:29, el panorama había vuelto a cambiar:


Ya no hacía falta decir que era Santilli quien relativizaba la información, total el diario se hacía cargo de eso. Lo extraño es que nuevamente los insultos no habían sido antes de la prueba, sino durante. En tanto, en el cuerpo de la nota, nuevamente el diario cambió lo que había "constatado":


Ya no era durante toda la prueba, ni antes de la prueba, era "durante parte" de la prueba. El error de conjugación del verbo constatar, recién se corrigió a las 17:09.
Cierro con esta gloriosa perlita de Clarín, que salió a hablar de infiltrados (a esta altura un espía, un cuñado, una serie de policías federales, algún que otro ministro y siguen las firmas):

Clarinete Cósmico!!!

lunes, 6 de septiembre de 2010

Ahora dicen que sobran $ 800 millones


La preparación de un proyecto de Ley de Presupuesto requiere de una compleja negociación en la que se dirimen pujas hacia adentro de una administración y, por qué no, hacia afuera también. Es la formulación de una agenda de Gobierno (con la particularidad de que en nuestro país es supuesta, ya que la ejecución puede cambiar su sentido drásticamente) y requiere también de un cierto nivel de acuerdo por parte del Poder Legislativo, a la postre encargado de darle sanción.
Paralelamente, es asimismo necesario un importante trabajo técnico en la estimación de ingresos. Influyen en manera decisiva las previsiones de inflación y crecimiento económico, que dan sustento a los cálculos. En el caso del presupuesto nacional, también es importante la evolución de tipo de cambio, ya que ello incide, por ejemplo, en los ingresos por derechos de exportación, comunmente llamados "retenciones".
Cuando en el mes de abril el Gobierno de la Ciudad envió a la Legislatura dos proyectos (936-J-2010 y 937-J-2010) destinados supuestamente a pagar aumentos salariales y a generar los recursos para ese fin, pudimos asistir a la primera comprobación de un trabajo presupuestario mal hecho: la inflación que había estimado el Gobierno de la Ciudad para confeccionarlo era de tan sólo un 6,5% (muy cerquita de la inflación estimada por el Gobierno Nacional, que era del 6,1%), y apenas había sido corregida por el Poder Legislativo al aprobar el Presupuesto 2010.
Decíamos en un artículo respecto de la presentación de estos dos proyectos:
"la ausencia de recursos programados para aumentos salariales obliga a una rediscusión del presupuesto toda vez que en algún momento las partidas presupuestarias aprobadas han de tornarse insuficientes. Durante los últimos años, los efectos de la inflación han provocado la ampliación de diversas partidas a través de la Legislatura, pero siempre en la segunda mitad del año."
Llamaba la atención que la presentación se hiciera en abril, y respecto de Mauricio Macri afirmábamos que:
"del Ministro de Economía para abajo, no debe tener a nadie que le entregue un número, aunque sea aproximado, de qué inflación estimar. Presentar una nueva evaluación de ingresos sin poder entregar a los legisladores aunque sea un número para que se pueda analizar las cuentas públicas es poco serio."
Sin esos datos esenciales, presentar además un proyecto para aumentar alícuotas de Ingresos Brutos (algo así como que el Gobierno Nacional incremente el IVA, pero sin el escándalo que se hubiera armado sin la amable cobertura que se dio al tema en los principales medios), era por lo menos irresponsable: ¿cómo saber si hacía falta aumentar los impuestos si no podíamos calcular la recaudación de los que ya existían? ¿cómo calcular incluso el impacto de los nuevos aumentos?
Es así que la Legislatura finalmente dio la aprobación a dos Leyes que permitirían incrementar el gasto en $ 1100 millones. De esa cifra, poco más de $ 500 millones provendrían de la suba de impuestos.
La postura de la oposición fue entonces la misma que se planteó en este blog:
"si se contara con estimaciones de crecimiento e inflación realistas se podrían obtener los recursos sin necesidad de aumentar los impuestos."
Ahora resulta que el Gobierno de la Ciudad estima ingresos adicionales a esos $ 1100 millones por $ 800 millones de pesos más (y resulta que no había plata para infraestructura escolar). Me pregunto si la siguiente afirmación de Néstor Grindetti (Minstro de Economía del Gobierno de Mauricio Macri) habrá sido una crítica hacia alguien o una confesión:

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