Las noticias generan reacciones de todo tipo: alegría, incredulidad, bronca, tristeza. Enterarse de que en la Ciudad de Buenos Aires ha crecido la mortalidad infantil, según datos estadísticos suministrados por el propio Gobierno sin duda nos debe generar una enorme tristeza.
El informe dice al respecto:
La mortalidad infantil es considerada uno de los indicadores más sensibles de las condiciones de salud de la población. Por otra parte es ampliamente conocida la asociación entre la mortalidad infantil y las condiciones de vida. De esta manera, la mortalidad infantil se convirtió, entonces, no sólo en indicador de salud, sino también de otros aspectos sociales, ya que reflejan la distribución y disponibilidad de los servicios de saneamiento, salud y educación de la población.
Vengo insistiendo con la asignación de prioridades de la administración encabezada por Mauricio Macri. El resultado es lógico, y particularmente doloroso porque la Ciudad venía mejorando año a año sus índices salvo en el periodo vinculado con la crisis 2001-2002. Además es paradójico teniendo en cuenta el volumen que ha alcanzado el gasto total de la Ciudad.
El crecimiento de la mortalidad infantil fue de un punto respecto del año 2008: 8,3 por mil contra 7,3, y el retroceso es tan grande que hay que ir hasta el año 2004 para observar una cifra apenas mayor: 8,5 por mil.
Decía ayer el Jefe de Gobierno en su twitter: "Mas seguridad trae mayor desarrollo ,mas creatividad y se generan mas oportunidadespara todos . El resultado final menor exclusion !" (sic)
Dejar la exclusión para el final y poner en manos del mercado la resolución del problema es ideológico por donde se lo quiera ver, y aún aunque se reniegue de la existencia de las ideologías. Los resultados están a la vista, y sobre todo si tenemos en cuenta que la zona sur de la Ciudad (más pobre), es la más golpeada:
El crecimiento de la mortalidad infantil fue de un punto respecto del año 2008: 8,3 por mil contra 7,3, y el retroceso es tan grande que hay que ir hasta el año 2004 para observar una cifra apenas mayor: 8,5 por mil.
Decía ayer el Jefe de Gobierno en su twitter: "Mas seguridad trae mayor desarrollo ,mas creatividad y se generan mas oportunidadespara todos . El resultado final menor exclusion !" (sic)
Dejar la exclusión para el final y poner en manos del mercado la resolución del problema es ideológico por donde se lo quiera ver, y aún aunque se reniegue de la existencia de las ideologías. Los resultados están a la vista, y sobre todo si tenemos en cuenta que la zona sur de la Ciudad (más pobre), es la más golpeada:
No hay comentarios:
Publicar un comentario