Uno de los aspectos en los que claramente ha invertido más esfuerzo y dineros públicos el gobierno de Mauricio Macri es el de la comunicación. Más allá del gran crecimiento del gasto publicitario, que hemos comentado largamente aquí, se han explorado otras variantes de comunicación como la realización de supuestas encuestas telefónicas (en las que en realidad se utilizan cuestionarios destinados a difundir las opiniones de los funcionarios del gobierno) respecto de ciertos temas. También se ha incursionado en las redes sociales.
Respecto de esto último, se trata de una decisión interesante ya que el propio formato de estas redes permite el intercambio de opiniones con quienes están de acuerdo con la gestión y también con quienes no lo están. Por supuesto que la utilización del Twitter tiene ciertos parámetros (que aprovechan la mayoría de los funcionarios) y que convierten la herramienta en una calle de un único sentido, ya que no responden los cuestionamientos que reciben, salvo en el caso de debates frente a otros dirigentes políticos (y no siempre). No obstante, cualquier usuario mínimamente conocedor de twitter sabe que escribiendo, por ejemplo, "mauriciomacri" (sin las comillas) en el buscador de la derecha, puede acceder a lo que dijo Mauricio Macri (aunque su cuenta es en la práctica utilizada por algún asesor) y también a todo lo que le contestan los usuarios de la red.
Por ahora, se apuesta a que los sesenta y pico mil seguidores de Macri no se tomen el trabajo de ver las respuestas de gente que en la mayoría de los casos tienen pocos seguidores en común (única forma de ver en vivo las respuestas), lo que les permite difundir mensajes con cierto éxito.
En tren de emitir mensajes, el secretario General del Gobierno y principal encargado de la comunicación web de la gestión actual, Marcos Peña (@marquitospena), tuvo ayer un día bastante particular, en el que terminó acusando públicamente a un ex embajador de Israel de ser un mentiroso.
Fue cerca del mediodía que emitió una serie de mensajes vinculados con la gestión en materia educativa del Gobierno del PRO, que empezaron con el incomprobable mensaje que encabeza esta nota., y siguieron con este:
Entre los lugares comunes del discurso macrista encontramos el supuesto nivel de inversión respecto de distintas áreas de políticas públicas. Ante cualquier cuestionamiento, la respuesta es automática: "Invertimos más que...", dejando de lado el pequeño detalle de que en el camino hubo inflación, y mucha, que impactó sobre los ingresos de la Ciudad en forma considerable y que hace que el poder adquisitivo de los fondos públicos sea menor que otrora.
Sin duda que no se trata de una cuestión poco relevante, y por eso he intentado buscar parámetros de comparación en varios post que no se circunscriban a la mención de aumentos nominales del gasto.
Pero además, aún tomando las cifras sin índices de inflación de por medio, el argumento es falso. Veamos: sumando la ejecución de infraestructura escolar de los años 2008 y 2009, más el primer semestre del 2010, el Gobierno de Macri lleva gastados $ 369.431.906,09, mientras que la suma de los años 2004 a 2007 es de $ 351.361.667,03 (si sumamos el 2003 se supera la cifra anterior). Eso sí, mientras en el año 2004 el gasto total de la Ciudad fue de $ 4.278.979.145,90 en 2010 será de casi cinco veces esa cifra, aproximadamente $ 20.000.000.000.
Respecto de la previsión futura, se pueden hacer todo tipo de especulaciones. Prefiero dejar afuera comentarios al respecto, porque este post lo estoy haciendo en base a datos oficiales del Ministerio de Hacienda de la Ciudad. Los mismos que me dicen que en el año 2009 se ejecutó el presupuesto de infraestructura escolar en sólo un 61,64 % y que en ese año se llevaban gastados al cierre del segundo trimestre poco más de $ 70 millones, mientras que este año llevamos apenas $ 32 millones...
Mejor es que pasemos al siguiente tweet:
Pues bien, no conforme con llamar mentiroso a un ex embajador de Israel (lo hace nada menos que el funcionario que tiene a cargo las relaciones internacionales de la Ciudad), también nos dice mentirosos a los que sostenemos que se ejecutó el 7% (para ser más precisos, y bondadosos, se aclara que nuestra cifra es el 7,38%). O que decimos medias verdades.
El proyecto de presupuesto 2010, que en lo relativo a infraestructura escolar envió el año pasado el Poder Ejecutivo de la Ciudad a la Legislatura, fue de $ 145.293.903. Todas las obras integrantes de ese presupuesto (con mayor o menor detalle en el Plan Plurianual de Inversiones, se financiaban con deuda (FOISO, fuente financiamiento 25).
Con la aprobación de la ley 3378, el 3 de diciembre de 2009, se establece que los fondos de Catalinas se utilizarían para obras nuevas. No obstante, ese mismo día el macrismo impulsa la modificación (Ley 3379) del FOISO, eliminando lo que quedaba de destino Educación.
La ley de presupuesto, finalmente, destina $ 104.574.020 de fondos del Tesoro (Fuente 11) a infraestructura escolar. De ese dinero se llevan ejecutados $ 32.746.250. Es mentira que no había partidas para hacer obras sin la plata de del endeudamiento que se tomó para el Subte o Catalinas. Se ejecutó menos de un tercio del monto asegurado con fondos del Tesoro al 30 de junio.
En la Ley de Presupuesto se incorpora también, con fuente 13 (Recursos con afectación específica), los 300 millones presupuestados como ingreso por la venta de los terrenos de Catalinas.
De esta forma, el presupuesto aprobado por la Legislatura es de $ 404.574.020 para obras. En la distribución de créditos (hecha en base a ese presupuesto aprobado por la Legislatura) el presupuesto del área de infraestructura escolar (incluye otros incisos además de construcciones) es $ 441.293.903.
El Presupuesto vigente al 31 de marzo para el área es de $ 441.432.999. Se ejecutó a esa fecha $ 8.647.703,08, o sea el 1,95 % del presupuesto.
El presupuesto vigente al 30 de junio es de $ 443.583.202. Se ejecutó a esa fecha $ 32.746.250,40, o sea el 7,38 % del presupuesto.
Con la aprobación de la ley 3378, el 3 de diciembre de 2009, se establece que los fondos de Catalinas se utilizarían para obras nuevas. No obstante, ese mismo día el macrismo impulsa la modificación (Ley 3379) del FOISO, eliminando lo que quedaba de destino Educación.
La ley de presupuesto, finalmente, destina $ 104.574.020 de fondos del Tesoro (Fuente 11) a infraestructura escolar. De ese dinero se llevan ejecutados $ 32.746.250. Es mentira que no había partidas para hacer obras sin la plata de del endeudamiento que se tomó para el Subte o Catalinas. Se ejecutó menos de un tercio del monto asegurado con fondos del Tesoro al 30 de junio.
En la Ley de Presupuesto se incorpora también, con fuente 13 (Recursos con afectación específica), los 300 millones presupuestados como ingreso por la venta de los terrenos de Catalinas.
De esta forma, el presupuesto aprobado por la Legislatura es de $ 404.574.020 para obras. En la distribución de créditos (hecha en base a ese presupuesto aprobado por la Legislatura) el presupuesto del área de infraestructura escolar (incluye otros incisos además de construcciones) es $ 441.293.903.
El Presupuesto vigente al 31 de marzo para el área es de $ 441.432.999. Se ejecutó a esa fecha $ 8.647.703,08, o sea el 1,95 % del presupuesto.
El presupuesto vigente al 30 de junio es de $ 443.583.202. Se ejecutó a esa fecha $ 32.746.250,40, o sea el 7,38 % del presupuesto.
La siguiente es una captura de pantalla de la planilla excel con la ejecución al segundo trimestre, suministrada por el Gobierno de la Ciudad a los legisladores (clic para agrandar):
Con la aprobación de la Ley 3528, de fecha 5 de agosto de 2010, el presupuesto para infraestructura escolar se incrementó en $ 144.058.000, con lo que sumado al vigente al segundo trimestre, el presupuesto actual de infraestructura escolar es de $ 587.641.202.
Es decir, con el agregado presupuestario de agosto, la ejecución sería del 5,57%. No hay por donde llegar a ese 46%. Ni tomando el presupuesto solicitado por el Ejecutivo (más bajo que la ejecución del año anterior, algo para destacar), ni tomando sólo los fondos del bono para subtes, ni tomando sólo los fondos provenientes de recursos del tesoro. Me siento con derecho a decir que la cifra es un completo invento.
El mensaje siguiente decía:
Pues bien, en Mundo Perverso salió hace un tiempo una nota al respecto, en la que se recordaba que el 14 abril de 2008 el entonces Ministro de Educación, Mariano Narodowski, informaba que quedaban 50 escuelas sin gas, lo que indicaría que en el primer trimestre de ese año se habían resuelto los problemas de 250 escuelas.
Me sentiría un estúpido si reconociera semejante logro cuando en el primer trimestre de ese año la ejecución del presupuesto de infraestructura escolar (recordemos que ejecución es obra terminada y no implica haberla pagado, eso es posterior) era de $ 4.968.923,37 sobre $ 321.741.066, es decir un 1,54%. Pero además, de esos casi cinco millones de pesos, un total de $ 4.392.869,90 correspondian a gastos de personal del área de infraestructura, ya sea de planta permanente o de personal bajo contrato de locación, que no se dedica precisamente a trabajos de plomería y gas sino a elaboración y seguimiento de proyectos.
Lo que resaltaba el blog arriba citado era que el 1º de junio del corriente año, fue el propio Ministro Bullrich el que reconoció que todavía restaba resolver el problema de gas en 46 escuelas, lo que da un resultado de gestión de dos soluciones definitivas al año, y nos auguraba una espera de 23 años para la definición total del asunto.
El último tweet de la serie invitaba a ver más sobre el "Plan de Infraestructura Escolar":
Es notable cómo dentro del discurso PRO utilzan ciertos términos. Muchas veces, cuando el Gobierno habla de soluciones de calefacción, en realidad esta mencionando la provisión de caloventores o alguna alternativa provisoria al arreglo definitivo de las instalaciones de calefacción a través de la red de gas natural. Pero lo complejo es cuando uno entra a la página sugerida por el joven funcionario y se encuentra en el link "Plan Gas, obras finalizadas", esto:
El conflicto no es culpa de los chicos que toman escuelas. Es culpa de quienes incumplen la Ley de Presupuesto de la Ciudad y mienten respecto de logros que no han concretado.
Debí editar la nota porque descubrí un error en uno de los datos sobre ejecución presupuestaria. Lamentablemente, al ver la ejecución presupuestaria del 2008 confundí el monto que correspondía a la ejecución con el que figuraba como "saldo no utilizado". Lo atribuyo a que el monto era muy alto, pero el error no deja de ser mío.
ResponderEliminarDe todas maneras, la confusión (en vez de consignar 180 millones de pesos en el 2008 consigné 126), no cambia el hecho de que la ejecución del presupuesto de infraestructura escolar fue en el 2008 la más baja del periodo 2003-2009: 56,93%, ni le permite al gobierno de la Ciudad sostener (hay que ser caradura para hacer comparaciones en términos nominales además) eso de que invirtieron en dos años y medio más que en los 8 años anteriores. De hecho, no me hizo falta corregir el resto de la nota.
Pido disculpas de todos modos y agradezco la comprensión.
Estimado Fernando:
ResponderEliminarcoincido casi 100% con la data sobre años 2008-2009 y por supuesto lo que va del 2010. Sin embargo hace años que vengo trabajando con las cuentas de inversión de la Ciudad y los números del 2000 en adelante no son los mismos que publicás... Se entiende que los años 2001 y 2002 (hasta podría agregar 2003 en parte fueron años dificiles para ejecutar presupuesto, aún siendo muy bajos nominalmente por la pesificación asimétrica y demás yerbas... Es entendible la pérdida de precios de referencia y los aumentos en los costos para no lograr una ejecución más cercana a la histórica. Sin embargo más allá de eso los años 2003, 2004 y 2005 no mejoraron los indicadores. Es posible que estemos tomando diferentes indicadores. Yo me guio sólo por la partida de Construcciones. La única que demuestra cuanto se invirtió. Las demás, incluso en el área de infraestructura son partidas para salarios y otros menesteres que como sabés siempre se ejecutan al 100% (o más).
Por lo tanto coincidimos en la visión que tenemos de las acciones del gobierno de Macri. Creo que hay una importante distorsión en la mirada sobre los años 2000-2005.
Repito: trabajo sobre las cuentas de inversión de cada año por lo que creo que no tendríamos que tener grandes diferencias.
Un gran abrazo
Flavio:
ResponderEliminarEn este post comento la razón por la que utilizo la ejecución de la dirección de infraestructura: http://sardinaseneldesierto.blogspot.com/2010/09/4-o-7.html
Obviamente me parecen más que razonables tus criterios. En definitiva, cualquiera de las opciones que elijamos eleva muchísimo la media de la discusión política y mediática sobre el tema.
La verdad es que de todas maneras creo que resulta insuficiente no tener datos respecto de costos, metros cuadrados construidos, pintados, etc. Tenemos algún número respecto de cantidad de edificios escolares construidos, en el que el promedio 2000-2007, aún incluyendo los años de crisis es más o menos parejo y se derrumba durante el macrismo.
Por otra parte, el PRO también nos ha sabido enseñar que los subsidios a las cooperadoras (que seguramente compartimos que no sólo deben seguir existiendo sino que son una herramienta muy eficaz para ciertos arreglos en las escuelas) pueden ser subejecutados, y no cuentan dentro del rubro bienes de uso sino como transferencias.
De acuerdo contigo en el último punto. Hay que recordar que para el año 2000 el monto de esas transferencias era de 21 millones de pesos/dólar y que hoy están presupuestado para el año que viene 23 millones de pesos... Ni hablemos de realizar una deflactación para ver a moneda constante cuantos pesos son... Es muy posible que vos y yo tengamos que terminar poniendo plata de nuestros bolsillos!!! (ja,ja,ja). La subejecución en ese punto es alta pero aún si se ejecutara al 100% sería ridiculo el gasto con respecto a las partidas de construcciones... Sin dudas una de las herramientas para buscar soluciones al problema de la ejecución en infraestructura es recrear mecanismos de participación de la comunidad en el gasto de esos recursos... También tendrán que cambiar los perfiles de los organismos como la Dirección de Infraestructura más centrada muchas veces en satisfacer las necesidades de los contratistas que las de las escuelas... (algo que viene de lejos y cada gestión no supo, no pudo, no quiso encontrar los cambios justos).
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